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Corrupción

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Corrupción

El bloc del cartero

Llamamos hoy ‘corrupción’ a la acción y el efecto de corromper o corromperse, pero en otro tiempo se utilizaba la palabra ‘corrompimiento’. Un vocablo que merece la pena rescatar del desuso en que yace, porque evoca de manera simultánea dos ideas que a la postre acaban estando relacionadas: la degradación de la vida pública que provocan los corruptos y la rotura que le infligen al cuerpo social. Quienes han defraudado a sus conciudadanos y se han apropiado de los bienes comunes no solo han empobrecido a la comunidad en la misma medida en que se han enriquecido ellos: también, como nos señala una lectora, han fracturado el pacto social y la confianza en la que este se asienta. No hay otro modo de arreglar el roto que dar puerta a los corrompidos y buscar a quienes devuelvan esa confianza.

LA CARTA DE LA SEMANA

Vuelvo a tener esperanza

En dos meses me jubilo. He dedicado cuarenta años a la enseñanza y hoy vivo muchos momentos de desesperanza y pesimismo al comprobar cómo han cambiado el sistema educativo, los niños/as, los profesores/as, las familias… Y cada día intento aprovechar al máximo las experiencias que me quedan en el aula. Hoy les he pedido a mis alumnos/as que trajeran un libro de casa. Adivinando que algunos/as no llevarían ninguno, traje algunos de la biblioteca del colegio y mi libro electrónico, para muchos un ‘artilugio’ desconocido. Leímos las reseñas que habían hecho de algunos libros y después les di diez minutos para que leyeran libremente. Yo lo hice en mi libro electrónico y, al levantar la vista, vi a toda la clase enfrascada en la lectura, en un silencio sepulcral como no recordaba.

Me quedé extasiada. Cuando rompí aquel maravilloso silencio para decir que cambiábamos de actividad y uno de aquellos que no había traído ningún libro (porque no tenía) me pidió que le dejara cinco minutos más, casi se me saltaron las lágrimas y les dije que me habían regalado uno de los momentos más bonitos de mi vida profesional. Hoy vuelvo a tener esperanza.

Manuela García Ramos, Galdácano (Vizcaya)

Por qué la he premiado…  Por enseñarnos dónde empieza (o no) la cultura: en la educación.


Corrupciones históricas

Hay innumerables juicios que investigan probables casos de corrupción. No deja de sorprender que esto también se combatía en siglos anteriores de modo exigente y ejemplar. En el libro Imperiofobia y leyenda negra, de la profesora Roca Barea, se informa de un proceso judicial característico del derecho castellano e indiano: el juicio de residencia. Se puede decir que era otra forma de lucha contra la corrupción. «Cuando un funcionario público, desde virrey a alguacil, terminaba su tiempo de servicio era sometido a un juicio en el cual se escuchaban todas las acusaciones que cualquiera pudiera presentar contra él. Se analizaban tanto la honradez en el trabajo como la consecución de objetivos. Una vez absuelto, el funcionario podía seguir progresando en la Administración imperial, pero si era condenado por errores o ilegalidades se lo sancionaba con una multa, un destino inferior, e incluso la cárcel o la prohibición de tener un cargo público de por vida».

Este juicio presenta un aspecto que se podría recuperar: que los políticos y los partidos se responsabilicen económicamente de «los errores y la consecución de objetivos» de sus programas electorales y del acierto en el destino del dinero público.

Plácido Cabrera Ibáñez (Jaén)


¿Dónde están los honrados?

Los ciudadanos necesitamos urgentemente un poco de aire puro, un hálito de esperanza que nos permita seguir creyendo en nuestros dirigentes. No pasa un día sin que nos descubran a un nuevo corrupto, ladrón, prevaricador o blanqueador de dinero. Son muchos, demasiados, pertenecientes a todos los partidos políticos, de todas las comunidades autónomas, situados en puestos de gran responsabilidad y a los que estamos pagando unos sueldos que los demás ni los olemos.

Este tormentoso bombardeo de delincuentes debe terminar para que no afecte a nuestra salud mental. Los medios han de dirigir sus miradas hacia todos esos otros políticos honestos -con sueldos mucho más razonables en algunos casos- que sí se sienten responsables de la misión que les hemos encomendado. No sería justo pensar que el virus del afán de poder y de riqueza ha picado a todos.

Isabel Delgado Martínez de Iturrate (Pamplona)


Cachitólogos

Desde que en 1974 se creó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, la atención primaria española fue mejorando hasta situarse entre las tres mejores de Europa. Y ahora parece que critican la medicina especializada. Me duele esa forma de hablar, entre bromista y despectiva, de los médicos especialistas («cachitólogos») y de la medicina especializada («tontunas clínicas»).

En el fondo demuestra el complejo de inferioridad subyacente en muchos (no en todos) médicos de familia. En los últimos 10 o 15 años, el 80 por ciento de los médicos MIR que llegaban a mi unidad docente, previamente habían realizado el MIR de Medicina Familiar. La medicina requiere conocimiento y saber aplicar este con inteligencia y sentido común.

Vicente C. Zanón Viguer (Correo electrónico)


Tu vocación

Me gusta la soledad, disfruto en muchas ocasiones de ella. Durante los ratos en los que tengo la fortuna de encontrarme solo, leo, estudio, descanso y a veces pienso, actividad escasa y poco valorada en los tiempos que vivimos. En este caso, mi pensamiento va dirigido a todos esos jóvenes que se acercan inexorablemente a una de las decisiones más difíciles de su vida: qué estudiar.

Personalmente, tuve la mala fortuna de encontrar mi vocación demasiado tarde, y aún hoy me pregunto qué habría sucedido si hubiese elegido hacer lo que realmente me gusta, la filosofía. Por ello, exhorto a todos los adolescentes que se encuentren en esta situación a que intenten dedicarse a lo que realmente les apasiona, al margen de las opiniones exteriores y de las posibles pocas salidas que encuentren. Os lo dice un hombre de diecinueve años que cargará toda su vida con una decisión errónea que la mala suerte y la cobardía fraguaron.

Alejandro J. Gomis de Francia (Zaragoza)

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Censura

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Censura

El bloc del cartero

Nos habíamos olvidado de que, según la Constitución, el Congreso de los Diputados elige al presidente del Gobierno y tiene la potestad de censurarlo y despedirlo. Se había olvidado alguno de que el Gobierno tenía muchos menos diputados con los que pudiera contar con certeza que diputados potencialmente adversos. Tantos años de bipartidismo, algunas mayorías absolutas y muchas leyes aprobadas con el rodillo en la mano nos hicieron perder (o nos impidieron adquirir) la costumbre de la democracia hecha de transacciones probables e improbables. Esa donde tiene su importancia a quién se agravia o qué inquinas se granjea uno, a la hora de poder contar (o no) con un voto en contra o a favor, convencido o utilitario. Como dice uno de nuestros lectores: por la vía del sobresalto, lo hemos aprendido.

LA CARTA DE LA SEMANA 

Contradicciones de los adultos

Soy una niña de trece años indignada con las contradicciones de los adultos. Desde pequeños nos machacan en las clases con que cada uno de nosotros somos únicos y capaces de todo aquello que queramos. Todos tenemos las mismas oportunidades. Pero luego son esos mismos maestros los que derrumban nuestra supuesta igualdad. Los niños más brillantes se convierten en la luz de sus ojos, de sus clases y de sus proyectos. Al salir de clase, la cosa no mejora.

En baile, las que peor lo hacen van directas a la fila de atrás. Y el día de la función aparecen doce segundos. En el fútbol, los que no meten goles, al banquillo. Pero eso sí, niños, no debéis olvidar lo importante que es que hagáis deporte. Sería más coherente que desde el primer momento nos dijeran que no somos iguales. Que cada uno tiene sus aptitudes y que muchas ni siquiera se intuyen en la escuela. Que lo importante es conocernos a nosotros mismos para detectar nuestras capacidades. Y en ese proceso es donde ellos deberían ayudarnos. A todos. A los que brillan por su inteligencia en la escuela y a aquellos cuyo talento todavía no se ha descubierto.

Rebeca C. L. Zaragoza

Por qué la he premiado…Por la lección de sentido común, tan lúcida y tan inesperada para alguno, seguramente.


Ni agradecido ni pagado

Durante treinta años se mantuvo sobrio, se levantó a horas intempestivas y condujo su taxi bajo la lluvia que azota los inviernos del Cantábrico. Se aseguró de contestar siempre el teléfono a cualquier hora en cualquier circunstancia. Mantuvo el coche como nuevo cada día, a punto para cada uno de los millones de kilómetros que rodó. Escuchó una tras otra las historias de quien pasó por su casa, porque fue su casa, y a veces aprendió y a veces enseñó.

Pocas veces falló y ninguna sacó el pie del estribo, ni sisó ni regaló. Cumplió con todo y con todos para asistir a conductores asustados, perdidos, accidentados o averiados. Y al terminar, al acostarse sin despertador y colgar el teléfono, al devolver su licencia y sortear las trampas para comunicar su retirada, al levantar la copa y brindar, pequeño es el reconocimiento de muchos de los que lo necesitaron constantemente. Lo resarcirá la conciencia, pero el refranero español sabe que lo olvidado, ni agradecido ni pagado.

Alicia Trueba Betancourt, Castro Urdiales (Cantabria)


De lo mío a lo vuestro

Qué hermoso, ejemplar y solidario hubiese sido que los pensionistas que salen y han salido a las calles a reivindicar aumento de sus pensiones, hubieran puesto el mismo énfasis exigiendo a los políticos un puesto de trabajo para sus nietos o sus hijos, olvidándose (aunque realmente haya pensiones indignas) de sí mismos para luchar por situaciones muchísimo más injustas y graves como es la canallada del paro.

Es verdad que se puede decir que para eso ya hay un ‘día de’ y que los sindicatos asumen esa lucha (?), pero si cada grupo asumiese los problemas de los demás, creo que cambiaría el penoso panorama social que hoy asola España.

Javier Ráez Ruiz, Úbeda (Jaén)


No es país para mansos…

Consummatum est Pues a Rajoy y a casi 1300 cargos de su partido acaban de darles un sobresalto de desfibrilador. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y exjugador del Estudiantes, encestó una de tres en el último minuto a pase magistral del escolta PNV. Muy poco sólido tenía que ser ese gobierno para que el partido jeltzale, que bastante tiene con gestionar el País Vasco, pueda hacer de verduguillo en una faena de tanto trapío con tan solo cinco ‘razones’. Nunca un nuevo presidente gobernará con tan pocos apoyos. Llegó el momento del frente a frente, y fue entonces cuando el huracán portavoz popular comenzó a vomitar lava apocalíptica y latigazos dialécticos. Lamentablemente, fue lo más aplaudido desde su bancada. Hubo recriminaciones de deslealtad, cuando no traición.

En política, como en la vida, unas veces se gana y otras se pierde. Lo realmente importante es no pervertir los modos y la dignidad: el señor portavoz no lo entendió así. No solo la corrupción económica irrefrenable, que también, desbordó finalmente la presa, sino los recortes salvajes de aquí y allá que no necesitan ser reiterados. Relaciones rocosas, inmóviles y sordomudas con quienes piensan diferente. Agravios con nombre de 0,25 por ciento. ¡De momento, bien!, gritaba uno que caía desde un décimo piso. Veremos…

Alberto Fdez. Araújo, BaraCaldo (Vizcaya)


Es de esos momentos

A veces te encuentras con momentos, acciones o palabras que hacen aflorar algo especial en tu interior. Uno de estos momentos lo protagoniza una vecina de la aldea en la que vivo. Esta mujer, ya cercana a los setenta y con una gran vitalidad, ha tenido desde siempre una discapacidad intelectual y es como una niña de cuatro años. Mi madre suele recordar que una vez, hablando de viajes entre ella y otros vecinos y vecinas, esta mujer se acordó de sus padres, que murieron hace más de diez años. «Pues mis padres me dijeron que cuando murieran me iban a escribir una carta desde allá, pero no se deben de acordar, porque aún no me la enviaron».

Su comentario dejó a todos perplejos. A mí me encantó. Va desde la inocencia, la ternura, la esperanza y la fe. Es un mensaje inmaculado, simple y a la vez potente. Es de esas ‘cosas’ que te hacen ver más allá de un espacio y tiempo que parece tan hermético y trazado.

J. David Collazo Dubra, Golmar (Laracha, LA Coruña)

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Necesidades

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Necesidades

El bloc del cartero

Los responsables públicos ya han aprendido que tienen que acostumbrarse a rendir cuentas de sus actos y conductas con arreglo a una exigencia que no se les aplicaba a sus antecesores.

En la misma medida, la ciudadanía informada y escocida exige que se le justifique la necesidad de los desembolsos de dinero público, ese que una y otra vez se le argumenta que no llega para cubrir el coste de servicios públicos básicos. En este contexto, y el de una nueva mayoría en el Congreso de distinto signo de la que existe en el Senado, se pregunta un lector por la necesidad de este. A bote pronto no sobran las razones para justificar su existencia y el elevado gasto público que representa, más allá de ofrecer unos buenos emolumentos a políticos eméritos. Piénsese: la mera inercia ya ha dejado de ser un argumento.

LA CARTA DE LA SEMANA

¿El Senado es necesario?

Nuestra empresa, España, ¿puede permitirse contratar a unos trabajadores, los senadores, si su trabajo pueden realizarlo otros, los diputados, teniendo en cuenta las dificultades que tenemos para cumplir con otros gastos fijos, como son los de sanidad, educación, pensiones? Una de las funciones del Senado es vetar y enmendar los textos legislativos aprobados y remitidos por el Congreso de los Diputados, pero estos textos vuelven al Congreso y este puede levantar el veto del Senado. Tanto trabajo para nada. Como podemos consultar en www.senado.es, el presupuesto anual del Senado en 2017 fue de unos 53 millones de euros, de los cuales casi 24 millones son para gastos de personal, casi 20 millones en gastos corrientes en bienes y servicios y casi 7 millones son transferencias corrientes. Tanto en este tema como en otros, alejémonos de hacer las cosas solo porque «siempre se han hecho así». Apostemos por hacer cambios con responsabilidad, teniendo en cuenta lo mejor y más justo para todos, y siempre después de reflexionar, informarnos, valorar y debatir todas las opciones. No nos anclemos en el pasado y sigamos avanzando.

B. R. S. Las Palmas de Gran Canaria

Por qué la he premiado… Por osar hacer la pregunta incómoda, en una coyuntura en que lo es aún más, y por si alguien tiene una respuesta.


 

Pensiones en Europa

Como asiduo y antiguo lector de ABC leo siempre con interés el XLSemanal y en el de hace un par de semanas he leído el reportaje Las pensiones en Europa. Sin duda, evidencia la diferencia económica con lo que percibimos los pensionistas españoles. Pero hay un hecho que nunca he visto al comentar estas comparaciones y, creo, habría que resaltar. He tenido la suerte de viajar por esos países del reportaje y en todos he podido comprobar que los precios, en general, son mucho más elevados que en España. Entonces ya concluyo que en España se vive mejor. Si no, que se lo pregunten a los numerosos pensionistas extranjeros que se afincan aquí para vivir sus últimos años.

Manuel Pérez Losada (Correo electrónico)


 

Dignidad

No sé cuántas veces he visto el vídeo que muestra cómo un orangután de Borneo se enfrenta a una excavadora que destruye su hábitat talando árboles masivamente -en muchos casos de forma ilegal- para conseguir algo tan perjudicial como el aceite de palma. Una actividad que se está convirtiendo en uno de los grandes problemas medioambientales de nuestra era y al que, como siempre, no estamos haciendo el suficiente caso. Porque si un orangután es capaz de entender que la salvaje deforestación es mala para su futuro y el de su especie, no debería ser tan difícil que el ser humano, cargado de raciocinio, pudiera también hacerlo. Sin embargo, el orangután del vídeo, con el que compartimos el noventa y siete por ciento de nuestro genoma, muestra más dignidad en su acto de la que muchos humanos serán capaces de hacer gala en algún momento de su vida.

Eduardo Fernández López. Villalpando (Zamora)


 

Unamuno y Millán Astray

Soy un asiduo lector de XLSemanal y un seguidor de Unamuno. Y me ha sorprendido el artículo de Carlos Herrera referente a las dudas sobre su episodio con Millán Astray. He escrito artículos sobre el legado de Unamuno y he leído buena parte de sus numerosas obras y lo que se ha escrito sobre él, incluida la documentada biografía de Colette y Jean Claude Rabaté. En ella, no solo no se pone en duda el episodio del enfrentamiento verbal de Unamuno (‘guerra incivil’, ‘venceréis pero no convenceréis’) con Millán Astray (‘muera la intelectualidad traidora’, ‘abajo los intelectuales’, ‘viva la muerte’), sino que se relata este hecho pormeno-rizadamente. A raíz de ese episodio, Unamuno es cesado de su cargo de rector en la Universidad de Salamanca, se lo borra de la nómina de profesores, se suprime la cátedra a la que se le había dado su nombre, se lo cesa de concejal y de alcalde honorario, se lo encierra en su casa bajo vigilancia policial, deja de recibir sus rentas de su finca de Bilbao, no obtiene ingresos de sus escritos y fallece acuciado por la melancolía poco después. Querer condicionar la película que sobre Unamuno va a realizar Amenábar da la impresión de que preocupa que se corrobore la torpeza mental de los fanáticos frente a la agudeza de los intelectuales. Y de todos modos, aunque así no hubiese sido exactamente, convendría que se refleje la superioridad de los valores frente a la bajeza de la barbarie.

Mikel Etxebarria Dobaran (Bilbao)


 

Resaltar lo irrelevante

Así como considero irrelevante y desacertado centrar el foco en el atractivo físico de las mujeres con responsabilidades políticas, relegando a un segundo o tercer plano los aspectos que realmente preocupan a la ciudadanía (nivel intelectual, formación profesional o técnica, honestidad, compromiso con el bienestar general y sensibilidad social), también me parece fuera de lugar resaltar la hermosura de un político como atributo o característica principal, dejando a un lado las cuestiones de peso, aquellas para las que recibió la confianza de las urnas. En los últimos días, han podido escucharse referencias al actual presidente de Gobierno situando en primer plano su belleza, algo que, a buen seguro, provocaría una tormenta en la opinión pública en el caso de tratarse de una mujer. Sea mejor o peor y guste más o menos, parece que el marketing y la publicidad tienen cada vez más peso en las elecciones políticas de un número creciente de naciones.

Alejandro Prieto Orviz, Gijón (Asturias)

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Libros

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Libros

EL BLOC DEL CARTERO

Por motivos distintos, un par de lectores recuerdan la reciente Feria del Libro de Madrid. Ese momento único del año en el que durante dos semanas, en la capital de España, el libro congrega multitudes y se convierte en el centro de la actualidad (también nacional, por el peso de la capitalidad en la agenda de los medios). Hay fenómenos que tienen poco que ver con la sustancia de lo libresco: la caza de fotos o selfies, las colas de fans para ver a sus ídolos puestos efímeramente tras un objeto con forma  de volumen encuadernado. Sin embargo, ahí está  el detalle que subraya uno de los lectores: alrededor del libro se juntan en el Retiro decenas de miles de personas, y por la Feria pasan cientos de miles sin que haya manadas ni tumultos ni hagan falta más que unos pocos municipales. Aprendan otros

LA CARTA DE LA SEMANA

Prefiero turistas a refugiados

Sé que están de moda el «refugees welcome» y el «tourists go home», pero yo prefiero que a nuestro país vengan turistas antes que refugiados. No porque los turistas dejen dinero y generen trabajo, y los refugiados lo contrario. No porque los turistas tengan mejor pinta y los refugiados vengan con lo puesto. No porque los turistas estén unos días y se vayan y los refugiados pasen aquí más tiempo. No. Prefiero turistas porque vienen libremente y gozan de un nivel de vida que, además de vivir, les permite disfrutar de vacaciones y conocer mundo.

Los refugiados, en cambio, vienen obligados por la necesidad: no son libres sino para huir de una muerte casi segura por la violencia o el hambre en sus países. Un solo refugiado en nuestro país es así un fracaso: nadie debería verse obligado a abandonar su hogar. Me gustaría, por eso, no tener que acoger a una persona como refugiada, sino poder darle la bienvenida como turista.

Juan Tejero, Barañáin (Navarra)

Por qué la he premiado… Por hacer pasar de contrabando, bajo el título provocador, la gran cuestión de raíz que subyace en un asunto del que solemos quedarnos en las hojas.


Feria en el Retiro

Un clásico de la Feria del Libro de Madrid es la marea humana caminante –de diferentes ‘culturas’–, en concreto la de los fines de semana, smartphone en mano para capturar escritores y famosos como si fueran pokémones. Hace unos días, cuando Ian Gibson me estaba dedicando un libro, irrumpió una mujer gritona e interrumpió al escritor, informándonos a todos de que él había hecho un estudio sobre su pueblo. Ante nuestra mirada suspendida, interrogó –al aire– cómo a un inglés le podía gustar España. Sin entrar en el valor de la pregunta, a Gibson no le gusta que lo llamen ‘inglés’, sencillamente porque no lo es. El escritor capeó el envite con una frase simpática sobre él y Preston.

Advertí a la mujer de que se había equivocado y esta levantó la tapa de uno de sus libros donde resaltaba su origen dublinés. Quiso entonces corregir el error: «¡Ah, claro… de Escocia!». Gibson terminó como pudo mi dedicatoria y, entre risas de ambos, le rogué que, con el lío, no me hubiera firmado como Preston.​ ​

Alejandro Benítez Martín (Madrid)


Españoles del libro

Disfrutando en la Feria del Libro de Madrid. Había bastante gente, pero se podían ver los libros. Sorprendido, como nunca, por tantísima, variada y profunda producción escrita del género humano. Pero ya no espero, como antes, libros que nos inciten a luchar contra el calentamiento del clima. Siempre ha habido pocos libros ecologistas, para mi desesperación. Este año, mucho peor. Solo he descubierto uno. Así nos va.

Los editores siguen fallando a los lectores. Me entusiasmé, más que con los libros, con los lectores: con sus ojos vivos y excitados. Porque la tarde lluviosa en que fui había seleccionado al personal. Solo había forofos de la cultura. Qué placer mirarlos: de todas las edades, pero mayoría de jóvenes. Mucha guapura. Cuánta inteligencia en acción. No había manadas ni ultras ni vociferantes. Españoles del libro. Daba gusto. Qué pena que hayan faltado los libros de autoayuda contra el CO2. ​

Pablo Osés Azcona, Fuengirola (Málaga)


Ya está puesto el nivel

Siento una triste alegría por la dimisión, más bien cese, del ya exministro de Cultura Màxim Huerta. La verdad, no me gustó su nombramiento: a mi mente venían otros nombres. Pero, con lo que estamos viendo, no me extraña que con un prestigio consolidado y la vida resuelta nadie con dos dedos de frente se meta en berenjenales.

Todos guardamos un muerto en el armario. Tengo muy claro que este Gobierno ha dejado el listón muy alto. Veinticuatro horas es lo que se debe tardar en dimitir desde que se descubre una metedura de pata. Así debería haber sido siempre, lo es ahora y lo va a ser, porque el que no siga el ejemplo lo tiene clarito. La gente se acostumbra a lo mediocre, pero también a lo normal, que es esto. Y que cunda el ejemplo, que quedan más juicios y otros que se irán.   ​

Luis Ángel Diez (Correo electrónico)


El Aquarius y los refugiados traen la solución

La gente que escapa de África es gente de la agricultura, del interior, acostumbrada a la labranza, la recolección, y vienen niños sin familia. En España hay pueblos abandonados y otros que lo serán, escuelas que se cierran por falta de niños. Pues bien, con una pequeña ayuda de los ayuntamientos, otra de las comunidades autónomas y otra del Estado central se puede dar vida a esos pueblos abandonados.

Se reconstruyen las casas, se prepara la tierra y esos niños solitarios entran en esas escuelas de viejos pueblos casi desérticos. Esa gente puede dar vida a muertos campos, hacer renacer los viejos pueblos de Castilla, de Galicia. Esos niños ‘huérfanos’ y toda esa gente escapan de guerras y de la peor guerra, la miseria. Nosotros lo sufrimos, tenemos una España en el exterior: Cuba, América y, últimamente, también Europa. Estos emigrantes forzados, todos lo son, necesitan un tiempo de adaptación y aprendizaje, pero con una buena política, puede ser positivo para ellos y para el país. Dentro de unos años podremos ver revivir viejos pueblos de Castilla, hoy moribundos. Solo se necesita voluntad y raciocinio.  ​

Manuel Domínguez III (Santiago de Compostela)

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Micromachismos

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Micromachismos

El bloc del cartero

Coinciden en quejarse dos lectoras de sendos micromachismos que se habrían deslizado en la revista: distinguir con poca sutileza entre el sobrepeso femenino y el masculino (así en su descripción como en sus correctivos) y ponderar en el currículum de una artista sus vínculos familiares más que en el de sus compañeros varones. Corresponde en este punto recordar la mayoría femenina de la redacción (empezando por la directora, a la que no pocos lectores se dirigen como «señor director»).

Y habrá quien opine que en este tipo de apreciaciones puede llegar a aflorar cierta hipersensibilidad (por otra parte comprensible, teniendo en cuenta de dónde venimos: un país donde solo medio siglo atrás las mujeres tenían menos derechos civiles que los hombres). Pero conste la queja igual.

LA CARTA DE LA SEMANA

Carta de Antonio

Tengo 75 años y varias patologías propias de mi edad. Preocupado? Sí, pero desde hace poco algo menos. He recibido una carta de mi amigo Antonio: 45 años de soldador; ha superado un cáncer de estómago y, entre otras cosas, me dice: «No obstante, mi mujer, Loli, y yo nos consideramos unos privilegiados, no solo por haber superado el cáncer, sino por cuanto tengo. Cada mañana, tras desayunar, me asomo a la terraza y me recreo en la frondosidad de los árboles del jardín de enfrente. Tengo un coche que tiene 16 años, pero, como lo cuido, funciona muy bien. Vivimos en un piso de apenas 50 metros, pero tengo un pequeño taller para arreglar averías. Y cuando abro el grifo sale un caño de agua que es una bendición. Me apaño bien con mi pensión de 800 euros; no gasto en cosas innecesarias. Somos felices, Rafael, qué más se puede pedir?». De pronto, mis patologías pierden importancia. Antonio, mi ejemplar amigo, me ha dado una lección que intentaré no olvidar.

Rafael Alcalá. Málaga

Por qué la he premiado… Por las pistas para lograr si no la felicidad, sí eludir las infelicidades gratuitas.

“Como no entiendo de casi nada en este Nuevo Mundo, había pen-sado yo en escaparme a la Luna”

Micromachismos

Cuidado con los micromachismos en el XLSemanal. En el del domingo 17 de junio aparece un reportaje sobre cuatro grandes actores (tres actores y una actriz-directora), protagonistas del 64.º Festival de Teatro Clásico de Mérida. Cada entrevista va precedida de una breve reseña biográfica de los mismos. Si bien en el caso de los actores dicha reseña hace referencia a sus extraordinarias carreras profesionales, en el caso de la actriz y directora los datos biográficos aluden exclusivamente a su vida personal: hermana del director…, se casó con…, ahora comparte su vida con… Hasta cuándo? Lamentable.

Rosa Moral Maeso. Correo electrónico

Intensamente defraudada

A sabiendas de que mi carta no va a resultar cómoda (y con la esperanza de que sea publicada), por coherencia personal me dirijo a vosotros. En un reportaje se nos anima a conseguir un cuerpo perfecto tanto las chicas como los chicos en caso de que hayamos esperado demasiado para nuestra ‘operación baño’ particular. Pues bien, los consejos pasan por que las mujeres nos embadurnemos con cremas y cuidemos nuestra alimentación para disimular «las pequeñas miserias estéticas acumuladas», mientras que ellos con ejercicio bien aprovechado y con un poco de esfuerzo mejoren «el tono muscular y hagan un apaño favorecedor de última hora». Las conclusiones las dejo a cada lector.

Nuria Rodríguez Negro. Bilbao

La prolongada vejez del tiempo

El aviso del móvil me pilla con La Eneida en las manos. Al ver la foto que acabo de recibir, interrumpo a Eneas en el relato de su periplo por el Mediterráneo. Se trata del teatro griego de Taormina, o de lo que fue, y hoy no es más que otro vestigio de esa cultura grecolatina que nuestro ufano tiempo se empeña en olvidar. Retomo la lectura y llego al verso 415 del canto tercero, cuando Héleno advierte a Eneas: «Tanto puede transformar la prolongada vejez del tiempo». No puedo evitar entonces volver a la foto y comprobar que tras las ruinas se aprecia el mar; el mismo que surcaron los troyanos, testigo inmemorial de nuestros orígenes e historia. El mar, como único que soporta y resiste y vence incluso a la prolongada vejez del tiempo.

Antonio Martín barrachina. Rubielos de Mora (Teruel)

Sanfermines, crisol de héroes?

Ahora que los sanfermines están por comenzar, deseo señalar algo irracional: la forja, por los medios de comunicación, de héroes donde no los hay: telediarios, periódicos y radios se hacen eco de este cruel evento que perpetúa el maltrato animal. Además, he aquí el absurdo, para la ocasión entrevistan a corredores como si fueran gladiadores, cuando en realidad son individuos que se divierten trotando delante de un animal aterrado y desorientado que, apartado de su dehesa natal, ha sido trasladado a un extraño entorno urbano donde anida un intenso vocerío. Allí recibe golpes, tirones de rabo y patadas, sin saber que esa misma tarde acabará siendo torturado e inmolado en el ruedo para jolgorio del gentío. No, no son héroes, sino individuos que se entretienen con el dolor ajeno. Por favor, no los encumbremos.

Miguel Fernández-Palacios Gordon. Madrid

Hacerse millonario

Hay personas a las que les va bien y honradamente ganan dinero con facilidad (ser espabilados), los hay que les toca la lotería (tener suerte), otros reciben una gran herencia (venir de familia rica). Hasta ahí, nada que objetar. Pero los hay también que, estando en el lugar adecuado y llevados de la avaricia mundana, se apropian de lo que no es suyo (ser un sinvergüenza). Si se roba a una persona, solo te odiará una, pero si se roba a la sociedad, te pueden odiar 47 millones de ciudadanos y eso no tiene solución a no ser que se restituya todo lo ‘mangado’. Y yo me pregunto: ¿lo de querer ser millonario a toda costa, para qué? Si el último traje no tiene bolsillos; no hay que olvidar que las tropelías rateras siempre van en contra de la ley humana y la otra, la divina. En fin: «Hay que poner las miras bien altas / y no solo mirar al suelo / porque el remedio a nuestras faltas / no está en la tierra sino en el cielo».

Federico barbero. Málaga

Alternativa: la Luna

Hay bastante gente que opina que colaborar y ser bondadoso es un acto inútil. Y lo mismo van a tener razón. Desde su concepción, ser fuerte es más persuasivo; lo contrario es mostrar debilidad. El cine (ese ‘agente neutro’ en vendernos modelos de identificación, como bien sabemos) está repleto de hombres duros que aplican este ideario, a los pies de los cuales las mujeres no solo pierden el sentido, sino que consiguen la realidad que quieren: dinero, estabilidad y plenitud existencial. Lo cierto -y es algo que hay que reconocérselo- la gobernación de todos resulta de esta manera más eficaz, que como somos tan duros de mollera, no hemos aprendido a organizarnos mejor. Si tenemos dudas al respecto, solo hay que mirar al país más poderoso del mundo, los Estados Unidos, un modelo de mano firme, muy firme.

Es una verdadera pena que la ‘firmeza’ tenga tantos efectos colaterales e indeseados. Estados Unidos tiene alrededor de 2,2 millones de población reclusa, un incremento de la violencia en estratos cada vez más jóvenes, así como una inseguridad social y laboral que también van en aumento; todo esto, sumado además a la contaminación no solo atmosférica, sino estratosférica. Como no entiendo de casi nada en este Nuevo Mundo en que vivimos, había pensado yo en escaparme a la Luna, aunque cada vez tengo más miedo a chocarme en el camino con un cacharro espacial.

Gerardo Hernández Zorroza. Getxo (Vizcaya)

Periodistas que mantienen viva su profesión

La cascada de reacciones a las resoluciones de los jueces sobre el ‘asunto La Manada’ ha alcanzado de pleno a la profesión del periodismo. Algunos periodistas, desde sus programas en la televisión, repiten las consignas políticamente correctas sobre ese suceso, mientras a sus espaldas salen y vuelven a salir imágenes de los acusados bebiendo vino a chorros, luciendo barrigas sebosas o contoneando sus caderas de forma sugerente y sospechosa. A veces, parte de la pantalla se destina incluso a las fotos de los magistrados que han decidido sobre la libertad de los cinco acusados.

Frente a estos periodistas que se limitan a soplar sobre el fuego o a echarle más leña -meros altavoces de una sola opinión, la que hay que tener, y que se permiten decirle a un abogado (el de los hombres de La Manada). «Tú qué vas a decir, si a ti te pagan», insultando así a toda la abogacía y al sistema penal garantista del que gozamos-; frente a esta realidad existe otro periodismo. Periodistas como Guardiola, Armada y Alberto Rojas que se ven como meros transmisores entre lo que pasa y el que quiere saber lo que está ocurriendo. Ellos nos hablan de lo que está pasando en África, de la inocencia de sus gentes, de cómo las mujeres de allí, víctimas de abusos y agresiones, le cuentan su realidad al periodista, esperando que eso las ayude a acabar con ese hondo dolor. Nos hablan también de ‘los señores de la guerra’, de por qué matan. África les abre su alma y ellos nos la muestran. Periodistas así mantienen viva y limpia su profesión, necesaria hoy y en el futuro.

María Teresa Rivera. Urduliz (Vizcaya)

Aquarius: la travesía de la esperanza

Un país que practica la solidaridad se humaniza un poco más. Y hay algo más humano que luchar por sobrevivir incluso a sabiendas de que se puede morir en el intento? Desde la comodidad de nuestras vidas es fácil decir: «Métalos usted en su casa». Ójala que las personas que defienden esta frase no se vean jamás en una situación de extrema vulnerabilidad, de emergencia humanitaria. Luchar por salvar la propia vida y la de sus seres queridos huyendo del hambre, de la inseguridad de gobiernos, del yihadismo y de guerras civiles interminables y estrellarse contra el muro de la inhumanidad es lo más cruel que se le puede hacer a un ser humano. No son personas emigrantes, sino desplazadas.

Para estas personas Europa es un sueño, a pesar de que probablemente pasarán años en centros de inmigrantes en los que se les enseña el idioma, las costumbres del país y se los ‘prepara’ para poder ser autosuficientes. Estados, banderas, fronteras, todo esto equivale a intereses políticos y económicos. Pero dónde queda la salvaguardia de la dignidad humana?

Miren Bilbao Notario. Getxo (Vizcaya)

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Yemen

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Yemen

El bloc del cartero

Uno de esos lugares olvidados, un país convertido en campo de batalla de otros, reducido a puras cenizas, a no tener futuro independiente ni tampoco dependiente, porque la historia, la geopolítica, las creencias -chiíes versus suníes- y una maraña de intereses no van a permitirlo jamás. También allí hay niños, gente que querría acometer un proyecto de vida, gente que envejece y queda cada vez más a merced de quienes son más jóvenes y los cuidan, o no. A nada o casi nada tienen derecho por haber nacido yemeníes, en una rebaba del mapa de Oriente Medio que otros aspiran a hacer servir a sus propósitos y que no tiene quien le haga de valedor. Una crisis humanitaria escalofriante que, como lamenta un lector, no nos da calor ni frío. Hasta para inspirar piedad con tu catástrofe hay que tener suerte.

LA CARTA DE LA SEMANA

Los cuidados en la vejez

En el atardecer de la vida, me preocupan los cuidados que necesitaré o que tendré que dar a mi pareja. Los datos indican que la dependencia aumenta con la vejez y que afecta al 63,6 por ciento de los mayores de 85 años. ¿Tendré la serenidad de aceptar la situación si soy el cuidado o mantendré el cariño, paciencia y comprensión para cuidar?

¿Habrá suficientes plazas en las residencias y podremos pagarlas? ¿Podremos retrasar el proceso de envejecimiento siendo más activos? ¿Se ampliarán los planes locales de Intervención para que los mayores dependientes puedan seguir viviendo y muriendo en sus casas, como la mayoría desea? ¿O tendremos que apelar al ‘cuidatoriado’, concepto de la socióloga María Ángeles Durán: una suerte de proletariado invisible «con poca cobertura legal», con «unas jornadas más largas que las de ningún trabajo» cuya mayoría es familiar de los dependientes e inmigrantes a través del mercado de trabajo?

Fernando Serrano Echeverria, Éibar (Guipúzcoa)

Por qué la he premiado…Por hacerse, para variar, preguntas de esas que es necesario hacerse (y responder).


No se equivoque o muerte digna

No corren buenos tiempos en España para los enfermos crónicos o terminales. Nuestro Gobierno, en vez de articular una red extensa de cuidados paliativos en los hospitales para suavizar su sufrimiento,  ha decidido que lo mejor, y más barato, es facilitarles la muerte. Una cosa es que alguien fallezca porque se le ha puesto una dosis de opiáceos con la intención de calmar el dolor, aunque demasiado alta para que su cuerpo la resista, y otra inyectar un medicamento para provocar la muerte de manera intencionada.

Esto último es la eutanasia; un asesinato que el Congreso vestirá de legalidad y que pagaremos entre todos con nuestros impuestos, aunque estemos en desacuerdo. Además, basta mirar a los países con leyes similares para saber que las medidas parecerán restrictivas, pero en la letra pequeña, con el tiempo, se suavizarán hasta permitir su aplicación en casos de ‘hastío vital’ o ‘depresiones incurables’. La presión de la sociedad de la cultura del descarte para con las personas  en situación de debilidad lleva años siendo durísima y desde todos los frentes se nos bombardea para que sepamos escoger ‘lo correcto’ llegado el caso; no se equivoque o su muerte no será considerada ‘digna’.

Tomás Fernández Bayort, Umbrete (Sevilla)


Conductas extrañas

Hay conductas del ser humano que aunque no superfluas parecen excesivamente singulares y extrañas. Leo en el n.º 1600 del XLSemanal que en Suecia han incorporado a su código vial una señal (sale en una foto acompañando la noticia) que advierte a los conductores de que entran en una zona con peatones mirando el móvil… Y yo me pregunto, ¿es necesario recordar a las personas todos los actos que pueden generarles daño (me refiero a los del móvil, no a los conductores)?

Si así fuera, ¿por qué no colocar grandes anuncios en las principales vías de las ciudades advirtiendo que poner el dedo debajo del cuchillo jamonero puede conducir a su seccionamiento o que traspasar andando la M-30 sin mirar es algo, al menos, temerario y conducente a la muerte casi segura? Hay aspectos de la rutina diaria en los que hay que pensar. Posiblemente, eso que llaman ‘inteligencia artificial’ tampoco piense en ello porque lo intuya. Lógico.

Guillermo Pascual Barlés (Correo electrónico)


La peor crisis humanitaria

La terrible guerra que se desarrolla en el lejano y paupérrimo Yemen, donde la ONU ha denunciado la peor crisis humanitaria de nuestro tiempo, se impone hoy sobre las peripecias de nuestro complejo marco europeo.

No podemos olvidar que más allá de nuestras fronteras prosigue su marcha infernal una guerra que está dejando en ruinas a ese olvidado país, que ya ha vivido otros traumáticos conflictos que muestran la dificultad de convivencia entre la diversa población de origen saudí suní e iraní chií.

Pedro García, San Feliu de Guíxols (Gerona)


Sin calibrar los efectos

Al ritmo que llevamos, en no mucho tiempo, una vez confirmada la compra de un artículo en la pantalla del móvil u ordenador, podría sentirse la necesidad de acudir apresuradamente hacia la puerta de la vivienda esperando ansiosos la entrega del paquete por parte del repartidor, y sin reparar tan siquiera en si es un autómata o un humano. Bueno, incluso mejor que no sea una persona, así podría evitarse eso de tener que saludar, poner buena cara y despedirse con un ‘adiós’, un ‘hasta la próxima’ o ‘que tenga usted un buen día’; pues vaya tontería perder los minutos en formalismos improductivos.

Es posible que demos un clic a la una o las dos de la madrugada esperando que la lavadora de la imagen esté instalada en su sitio y centrifugando la colada como muy tarde al mediodía, y que no nos vengan con cuentos e historias de retrasos debido a no sé qué movidas. Corren tiempos donde prima la inmediatez, sin prestar atención ni conceder  demasiado valor al cómo y al por qué, sin calibrar los efectos sociales de la creciente ansiedad e indiferencia consumista.

Alejandro Prieto Orviz, Gijón (Asturias)


‘Evauense’, a mi pesar

Tengo la suerte de contar con un estupendo equipo de familias repartidas por nuestra piel de toro que me honran con su amistad. El trato es diario y al tener chavales de la misma edad hemos compartido mucha e interesante información. Nuestra sorpresa ha sido grande al cruzar datos sobre la Evau, la evaluación para el acceso a la universidad o, si lo prefieren, la antigua selec- tividad. En este reino de taifas en el que vivimos, lleno de pomposas competencias autonómicas, quien aprueba segundo de Bachillerato ve cómo le valoran con ocho puntos seis exámenes en dos o tres días y solo seis puntos lo realizado en los últimos dos años académicos… Si a esto le unimos que los exámenes y hasta los propios temarios de las asignaturas son diferentes en cada comunidad autónoma, y que hay estudiantes que han debido pagar más del doble que otros por las tasas de inscripción a la universidad organizadora de su zona, este disparate abochorna y enfada. Luego se hace tabla rasa, se publican unas notas de corte viciadas desde la raíz y a por los de la tropelía del año siguiente.

No debe de interesar la igualdad y la justicia de hacer un mismo examen, el mismo día, misma hora y mismas preguntas en toda España. Eso sí, una sugerencia, tipo test, objetivo y limpio, por favor. Aporto este botón desde mi atalaya como padre de una hija con una nota estupenda en la Evau, pero decepcionado con la Adminis- tración, sus desigualdades y su vacío sistema. Soy un ‘evauense’ más, a mi pesar.

José Ignacio Fortún Pérez de Ciriza (Pamplona)


¿Qué haría usted?

Salgo del claustro de final de curso y no doy crédito a lo que se ha cuestionado: «¿Qué ocurre con determinados grupos de alumnos que no promocionan al curso siguiente?». Releo las respuestas de mis exámenes de Lengua Castellana y Literatura y, además de encontrarme con una media de veinte faltas de ortografía, quince tildes incorrectas, letra ilegible, comprensión y puntuación nulas y deficiente expresión, confunden, por ejemplo, ‘elegía’ con ‘lejía’, ‘laúd’ con ‘ataúd’, ‘verbo auxiliar’ con ‘verbo axilar’ o ‘erudición’ con ‘ebullición’. Y escriben: Rodrigo Díaz de Jesús (¡si Vivar levantara la cabeza!), San Millán de la Cogorza (que no ‘Cogolla’), ‘Historia del Abencerraje y de la hermosa Jirafa’ (y no ‘Jarifa’), ‘novela de caballerizas’ y no ‘de caballerías’, etc.

“Mis alumnos confunden, ‘elegía’ con ‘lejía’, ‘laúd’ con ‘ataúd’, ‘verbo auxiliar’ con ‘verbo axilar’…”

Muchos hacemos todos los esfuerzos (humanos y divinos) por enseñar incluso ‘deleitando’, pero no nos engañemos: sin estudio diario, esfuerzo, organización, responsabilidad en la realización de las tareas y atención en clase por parte del alumno, no hay método que valga. El problema es que hay que cumplir con el índice de idoneidad de aprobados (en torno al 90 por ciento) para que no ‘nos tiren de las orejas’. Entonces, ¿qué hacer? Ni Hamlet lo hubiera tenido tan difícil: ¿aprobar a todos los alumnos para no ser llamados ‘a capítulo’ o aprobarlos cuando adquieran un mínimo de contenidos, capacidades y habilidades que les permitan desenvolverse en la sociedad? Visto lo visto, me pregunto: «¿Allá donde fueres, haz lo que vieres?».

Rosa María García Montes, Santander (Cantabria)


Nos pasamos de frenada

En relación con la posibilidad de que los miembros de La Manada estén recibiendo pro-puestas de entrevistas de algunos medios de comunicación, me temo que el morbo hará que estos individuos (para la infinita vergüenza de nuestra sociedad) ‘se lo lleven muerto’. Deberíamos preguntarnos (todas y cada una de las personas que tienen, o hemos tenido la responsabilidad de educar hijos) qué hemos hecho, o qué dejación de obligaciones como padres hemos cometido, para que hombres de treinta años consideren que ese tipo de ‘actitud’ hacia las mujeres sea algo ‘normal’.

A mis casi 57 años, a mí y a todos los hombres con los que he compartido y comparto amistad nos educaron para asumir que ese tipo de acciones (e incluso otras de mucho menor ‘calado’) contra (sí, contra) las mujeres eran inaceptables, y tenían consecuencias muy serias para quien las realizaba. Esta sociedad está enferma. Dejamos la educación en valores aparcada, porque nosotros estuvimos coartados, y no queríamos lo mismo para ellos. Y nos pasamos de frenada. Estas (y otras muchas) son las consecuencias.

Patxi Rojo (Bilbao)

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Consideración

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Consideración

El bloc del cartero

Comenta uno de nuestros lectores el asombro que ha producido en el reciente mundial de fútbol el comportamiento de la afición y los jugadores japoneses, que han cuidado de dejar todo tan limpio como lo encontraron, y no convertido en el vertedero o el muladar que otros acostumbran a dejar tras de sí. La consideración por el prójimo, por su trabajo, por sus dificultades, por su dignidad en suma, es una mercancía moral que cotiza a la baja en muchas sociedades, incluida la nuestra, donde la publicidad nos empuja a diario a no apuntar a otro norte que la pronta y prioritaria satisfacción de nuestras más nimias apetencias. Consume y deshazte sin rubor de los desperdicios, que mañana habrá más. Pero como nos advierten otras dos cartas: el planeta es finito y lo hecho queda (y siempre vuelve).

LA CARTA DE LA SEMANA 

Un proceso con poca educación

Otro día que ves la mesa de estudio vacía y no duermes bien, ya no por darlo todo por una profesión que te da la vida y por la que llevas sin importarte quince años con la maleta preparada y haciendo kilómetros, incluso con tus hijos sobre los hombros. No duermo bien porque al ver la mesa vacía se me viene el esperpento vivido.

Un proceso que no me ha dejado atender a mis alumnos a final de curso como se merecían al juntarse las fechas con la evaluación ordinaria. No he podido despedirme de ellos como quería ni darles las gracias por esa carta en la que valoran mi dedicación, mi esfuerzo y mi trabajo, esos que un sistema subjetivo, caótico y mal organizado no ha valorado. Esta mañana he decidido no mirar ya esa mesa vacía, sino las cartas de mis alumnos y seguir adelante. Un sistema injusto me examina un día. Mis alumnos, a diario. Soy docente. No nos van a quitar las ganas ni la lucha por esta profesión.

María del Carmen Moreno Torres, Almendralejo (Badajoz)

Por qué la he premiado… Por clamar, desde el banco de trabajo de la principal tarea que tenemos como sociedad, contra los dictados incomprensibles de quienes la desconocen.


Gracias, Japón (‘Arigato, Nihon’)

¿Por qué? Por esa lección de civismo que nos habéis dado al mundo occidental, central, sureño, norteño, universal. La sencilla y esencial práctica de «por donde vayas, déjalo todo como lo encontraste». No solo el vestuario, sino por donde habéis pasado. He vivido en Japón y no me ha sorprendido esta noticia tan positiva del Mundial de Fútbol en Rusia que ha sorprendido a todos, menos a los japoneses, que se cuestionan con una sencilla frase. hemos hecho tan solo lo que hacemos a diario.

La ética de no molestar a las personas con una desagradable conducta. El ser y comportarse con los demás como quieres que se comporten contigo. Esto se llama convivencia. He asistido en Japón a charlas explicativas de diferentes temas a niños. Todos han escuchado en silencio y armonía. He vivido en una familia japonesa. La educación empieza en casa; luego, en la escuela, en el trabajo, en la calle. Para los que empiezan a vivir, se utiliza la vitamina N de No. En su justa medida. La utilizan menos que nosotros, porque va acompañada de una explicación. El niño es un aprendiz de todo y solo desea aprender. Lo que han hecho los japoneses ha sido normal. Lo otro es el resultado de la mala educación. Me gusta transformar lo negativo en positivo. El fútbol corrupto de fichajes desorbitados, millones perdidos en apuestas, frente a la enseñanza, la buena educación, los exquisitos modales de convivencia del pueblo japonés. Arigato, Nihon.

Antonio Sánchez Escudero, Oyarzun (Guipúzcoa)


Admiración

Corren tiempos convulsos. No importa en qué época se lea esta carta ni en qué lugar. Todo cuanto conocemos evoluciona o involuciona, pero nunca se detiene.

Hay algo, no obstante, atemporal: la admiración. Hacia los progenitores y el prójimo; admiración por la belleza artística y paisajística… Pero sin duda hay una que encuentro fundamental y es la admiración por el saber. El filósofo Antonio Escohotado dijo una vez: «Cuando las personas descubran la fuente de alegría que es investigar y aprender una cosa no sabida, se darán cuenta de que hasta el orgasmo es una broma en comparación con la permanencia, la solidez y la seguridad que da para un ser como el humano la capacidad de aprender y saber». No podría nunca estar en desacuerdo.

Diego Liébanas García (La Coruña)


Hogar, dulce hogar

Lo primero que me llamó la atención de él fue su mirada. Una mirada triste, vacía, como si se le hubiese apagado una luz interior. Nos cruzamos al salir del cajero y me saludó con educación. Era un chico de unos veinticinco años, bien parecido y con un mechón de pelo rubio que le caía en el ojo. Llevaba un polo blanco del cocodrilo que hacía resaltar su cara, algo castigada por el sol. La noche ya se había adueñado del día y me estaban esperando para cenar, cuando una especie de instinto me hizo volver la vista atrás.

El chico, al que yo creí un vecino del barrio, estaba construyendo un habitáculo con unos cartones y un edredón deshilachado dentro del cajero. Me estremecí de pena. Podría ser el hijo de cualquiera. Podría ser mi hijo. ¿Qué difíciles circunstancias lo habrían llevado a esa situación? Luego me informé de que en Barcelona unas tres mil personas no tienen hogar, y cerca de mil duermen en la calle. Un 40 por ciento tiene problemas de salud mental o de adicciones y el 85 por ciento son hombres. Hay tres centros de primera acogida, pero hay que hacer largas colas y, en ocasiones, cuando te llega el turno ya no quedan camas. Si consigues plaza, a las siete de la mañana te despiertan, te dan el desayuno y te invitan de nuevo a salir al asfalto. Nadie debería encontrarse en esta situación.

Mariví Jover (Barcelona)


Suad Abderrahim

No olviden este nombre. La primera alcaldesa de una capital árabe. Ha sucedido en Túnez. No olviden este nombre. Y no lo hagan, pues están ante un imprescindible (y deseado) torrente de agua clara. Ante una cumbre de espectaculares panorámicas. El nacimiento de un camino. Un canto. Hoy es un gran día, el día que comienza. Aplaudo, y creo. Suad Abderrahim, ¡adelante!

Francisco García Castro (Estepona)


Justificaciones

Cuando fuimos emigrantes, nos instalamos en sus tierras y las usurpamos, robamos sus riquezas, los obligamos a adoptar nuestras creencias y costumbres, y a los que se resistieron los aniquilamos o los convertimos en nuestros esclavos. ‘Colonizar’ lo llamamos, el mayor ejercicio de superioridad y soberbia.

“En el colmo de la inhumanidad, muchos se ofenden con los pocos que levantan su voz y ofrecen su ayuda”

Y ahora, tras muchos siglos, la desmemoria nos ha alcanzado, y a los que aquí llegan huyendo de todas las miserias e injusticias, en gran parte secuelas de aquello, los echamos a patadas, sin contar a todos los que se quedan por el camino (en tierra o en el mar). Y muchos, en el colmo de la inhumanidad, se sienten ofendidos con los pocos que levantan su voz y ofrecen su ayuda, y dicen aquello de «si tanto te gustan, mételos en tu casa», aunque muchos de los que así se justifican son los mismos que han soportado a los políticos y otras especies que han estado robando los recursos de todos, incluso los han votado una y otra vez, a pesar de las evidencias. Acabada la Segunda Guerra Mundial, el pueblo alemán se excusó por los horrores cometidos ante sus narices alegando ignorancia. Cuando la historia nos juzgue, no podremos utilizar esa excusa.

I. A. M. Menorca


¿De dónde eres?

Por mi trabajo de director comercial de un pequeño grupo de empresas, viajo por todo el mundo contactando con empresas de todo tipo. En la mayoría de los casos, pasada la presentación, todos sacan la primera pregunta: «¿De dónde eres?». Mi contestación estudiada empieza. «Pues mira, soy nacido en la calle Ermita del barrio popularmente denominado de Moscú, perteneciente a la ciudad de Irún, por lo que me considero irunés de nacimiento. Y como esta ciudad es parte de la provincia de Guipúzcoa, sería también guipuzcoano. Guipúzcoa está a su vez en la comunidad autónoma de Euskadi, por lo que sería vasco por los cuatro costados.

Y al ser Euskadi parte de la nación española, también sería español a carta cabal, formando a su vez parte del continente europeo, lo que me haría también un europeo convencido. Finalmente, me considero habitante del planeta Tierra, que me haría un terrícola más dentro de la inmensa galaxia a la que pertenecemos». Muchos me han felicitado, pero de lo que estoy seguro es de que a nadie ha dejado mi explicación indiferente.

Sebastián Urós Molina, Irún (Guipúzcoa)


Bolsas de plástico

Al fin las cobran. Un profundo respiro para el planeta, en el acechante sofoco al que lo sometemos cada día. No hubo otra fórmula para el entendimiento, para la concienciación.

Qué triste, los humanos solo funcionamos a base de palo y zanahoria. ¿O acaso cesaríamos el consumo compulsivo e innecesario por voluntad propia? ¿Hubiéramos renunciado si no nos fuesen al bolsillo? Recuerda al pedal del acelerador cuando vemos la señal de prohibición. No todo está perdido. Cabe el consuelo de pensar que aportaremos nuestro esfuerzo individual por la causa, por tratar de dejarle una naturaleza sana a los que vengan detrás. Ahora ya no pareceremos unos excéntricos aquellos que llevábamos las bolsas reutilizables a la compra, y los tupperwares para las porciones de carne o pescado.

Óscar Camiño (La Coruña)


Menos banderas

Nací en Francia, de padre gallego y madre andaluza, y a los once años vine a España con mi familia. Poco antes de cumplir los dieciocho, con gran pena, tuve que elegir mi nacionalidad, quizá porque entonces, a finales de los ochenta, había el Servicio Militar Obligatorio en los dos países, y en uno de ellos tenía que jurar bandera… Soy español y amo mi país y cada una de sus diversas y plurales regiones, pero no por ello amo menos a Francia, Portugal, Italia o tantísimos países que no conozco, porque en realidad estamos todos conectados, sin importar la distancia ni la bandera. Y es que es mucho más, pero que muchísimo más, lo que nos une que lo que nos separa. Sin embargo, por desgracia, con todo lo inteligente que es el ser humano, es algo que aún muchos no comprenden, y se empeñan en levantar ‘barreras’ y en ondear ‘banderas‘. Qué pena, porque nuestra única salvación es dejar que hable nuestra sensibilidad, ella sola podrá llevarnos al territorio común de la serenidad, la empatía, la tolerancia, la convivencia y la paz.

Juan Ruibal Ordóñez (Pontevedra)

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Samarn

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Samarn

El bloc del cartero

Es un nombre para nosotros extraño y que, sin embargo, nos deberíamos aprender. Samarn Kunan se llamaba el buceador de los SEAL de la Armada tailandesa que perdió la vida en la cueva maldita donde un grupo de niños quedó atrapado junto con su entrenador. Finalmente lograron sacarlos a todos, a ratos caminando, a ratos arrastrándose y a ratos buceando por las galerías de la traicionera caverna anegada por las lluvias monzónicas. Pero para ello hizo falta que alguien se jugara la vida señalando la ruta y preparando la evacuación: o lo que es lo mismo, recorriendo el laberinto en condiciones de extrema dificultad para que los niños pudieran desandarlo con la mayor facilidad posible. En una de esas, Samarn se dejó la vida en la cueva. Hay vidas que saben, perdiéndose, valer más que otras. Honor a él.

LA CARTA DE LA SEMANA

La mejor lotería

Como demuestra el protocolo de Montreal de 1987 para la protección de la capa de ozono, la ciencia y la política pueden colaborar para solucionar un problema ambiental. Treinta y un años más tarde, una nueva catástrofe exige actuación inminente. La solución podría, además, reportar beneficios inesperados.

Se estiman en 6300 millones de toneladas los residuos de plástico en nuestro planeta. Puesto que gran cantidad de esos desechos son reciclables, ¿por qué no usar estas sobras de nuestra civilización como materiales de producción tal y como algunos pioneros apuntan? Es en beneficio de todos limpiar nuestra querida Tierra, a la vez que reutilizamos recursos cuyo origen se remonta a millones de años, a los que se ha dedicado tiempo y capital en extraer y procesarse para un uso fugaz y posterior fin contaminante. El progreso ecológico no es un oxímoron, sino el premio de poder preservar nuestro entorno natural mientras caminamos hacia el mañana.

Andoni Cossío, Vitoria-Gasteiz (Álava)

Por qué la he premiado…Por mostrarnos cómo, a veces, la humanidad se obstina, incomprensiblemente, en no hacerse un bien a sí misma.


Veraneo y tentación

La crisis ha pasado, pero ha mermado muchas arcas familiares y muchos recurren a ofertas en Internet que, en algunos casos, consiguen arruinarles las vacaciones.

Descuentos y chollos en estancias que al final salen caras. Con un clic, la oferta falsa de un piso a pie de playa no levanta sospecha salvo el precio. Tras pedir una señal a través de empresas de envíos de dinero o por transferencia bancaria en la que un tercero pone su nombre para dificultar el rastreo, los timadores prometen enviar las llaves, cosa que nunca ocurre. El negocio termina chafando el verano a toda una familia. Una vez más, el consejo es: gangas, las justas y, siempre antes de contratar, investigar para descubrir si esa trampa frustró el veraneo de algún otro cazador de falsos chollos.

Juan Carlos Audikana Hueda (Vitoria)


Somos pensionistas, pero…

En referencia a la carta del señor Javier Ráez y como pensionistas, quisiéramos hacer las siguientes aclaraciones. Señor Ráez, si los pensionistas nos manifestamos, reunimos, hacemos manifiestos, creamos plataformas… es, sobre todas las cosas, por nuestros hijos y nietos, no solo por nosotros. No olvide, señor Ráez, que pensionistas somos y seremos todos. Las injusticias que cometan con nosotros repercutirán, antes o después, en todos los ciudadanos, jóvenes o mayores. Si dejamos que se pierdan derechos adquiridos, es muy difícil que luego se recuperen. Somos pensionistas, pero no hemos dejado de ser padres, abuelos… Por tanto, sufrimos las injusticias que padece nuestra sociedad en cuanto a precariedad laboral, merma en servicios sociales, deficiencias sanitarias, poco presupuesto para educación e investigación… Y le recuerdo que hay muchísimas familias que sobreviven gracias a las pensiones de sus mayores. Y sí, nos indignó la subida propuesta por el anterior Gobierno del 0,25 por ciento (carta triunfalista mediante). Para algunas pensiones, la subida no llegaba ni a un euro.

¿Hasta qué grado de miseria querían llevarnos? Estamos de acuerdo, sería muy hermoso que todos fuéramos más solidarios, pero también nos preguntamos dónde estábamos todos cuando empezaron las reformas que han desembocado en estos contratos basura, porque muchos de los pensionistas de ahora sí hicimos huelgas. Le invitamos a acudir a nuestras concentraciones para que pueda tener una opinión, a nuestro juicio, más objetiva.

Rosa María Ivorra Agulló. Plataforma de Pensionistas de Ciutadella de Menorca por su dignidad


Perdona, Madrid

A pesar de mi experiencia en la función pública, había sucumbido a los ajados tópicos sobre Madrid que tenemos los que vivimos lejos: el Madrid de charanga y pandereta donde hay gente que vive «del cuento», los funcionarios se «escaquean» y los servicios públicos son escasos y regulares. ¡No se puede ser más gilipollas! Hoy estamos en la Unidad de Quemados del hospital La Paz, todo un referente internacional, cuidados por los funcionarios más eficaces, rodeados de gente amable, atenta y tolerante. Toda una lección.

Perdona, Madrid, mi estupidez, acepta mis sinceras disculpas, reconocimiento, admiración y agradecimiento por acogernos y cuidarnos con tanta eficacia, saber y amor. Gracias, Madrid, estamos en deuda contigo.

Javier Postigo (Correo electrónico)


La injusta fiscalidad española

El nuevo Gobierno necesita subir impuestos a ricos y grandes empresas, y estos protestan y amenazan. Pongamos negro sobre blanco lo que Eurostat desvela: en España la presión fiscal es del 34,4 por ciento del PIB, muy alejada de la media de la eurozona, del 41,5. Un español -salario medio de 25.000 euros- paga al erario, entre impuestos directos e indirectos, el 49,8 por ciento. Como el sueldo medio contribuye con 15,5 puntos más que la fiscalidad media, se deduce que las grandes fortunas y las grandes empresas apenas tributan. Es de cajón que los que más exprimen a la sociedad colaboren con idénticas reglas que los ciudadanos de a pie para hacer de España un país más justo. Así que cooperen y no lloriqueen.

Miguel Fernández-Palacios Gordon (Madrid)


Héroe anónimo

Hemos conocido el afortunado rescate de los doce niños y su entrenador que habían quedado atrapados en una cueva en Tailandia. El acontecimiento trascendió las fronteras y mantuvo en vilo al mundo entero durante dos semanas. Afortunadamente, todos ellos han sido rescatados con vida, lo que ha supuesto una alegría inmensa para todos. Todo ello gracias a la labor de los buceadores y de los expertos en rescates que han participado en las labores de salvamento.

“Quiero recordar al buceador Samarn Kunan, héroe anónimo que perdió su vida para salvar la de otros”

Una tarea muy compleja y peligrosa con final feliz. Y quiero recordar a todos los participantes, y en especial al buceador fallecido, Samarn Kunan, héroe anónimo que arriesgó y perdió su vida para salvar la de otros. A partir de ahora Samarn Kunan no es ya un desconocido.

Antonio García García (León)


Espectáculo progresista

Un año más se siente impotencia e indignación viendo a la televisión estatal, la que pagamos entre todos los españoles, cómo se vuelca en anunciar y difundir los encierros de San Fermín, cuando, por el contrario, muchos españoles, aficionados a la llamada ‘fiesta nacional’, llevamos ya bastantes años en que no podemos ver ni una sola corrida de toros por la cadena pública.

No sabemos quién o quiénes han decidido que es «inmoral» o «políticamente incorrecto» que el pueblo español disfrute por televisión de cualquier festejo taurino y que, sin embargo, correr los toros en Pamplona, entre el caos, los vapores del alcohol y, a veces, la violencia, sea lo más progresista y estético que puede contemplar el sufrido contribuyente desde el salón de su casa. Es como si Televisión Española entendiera que San Fermín es aficionado a los encierros de Pamplona, pero no a las corridas de toros.

José Fuentes Miranda (Badajoz)


Ley de eutanasia

Escribo esta carta en oposición al pensamiento expuesto por el escritor Juan Manuel de Prada, en XLSemanal. Da su opinión, pero argumentando y manipulando datos e ideas. No se puede comparar la ley que implantó el Tercer Reich, de Alemania, en el año 1939, que obligaba a rematar a enfermos incurables o terminales, con la ley de eutanasia que se quiere desarrollar e implantar en España. En Alemania entonces se los mataba irremediablemente, sin opción a decidir ni protesta alguna; en esta ley de eutanasia para España, la decisión es voluntaria y personal y, por tanto, solo decide el enfermo y ninguna otra persona puede decidir por él. ¿Quién puede obligar o condenar a mal vivir a una persona enferma terminal que está sufriendo fuertes dolores a diario sin esperanza ni posibilidad alguna de curación? Tampoco se puede comparar el caso de un suicida que no muere en el intento y rehace su vida normal con una persona enferma incurable que vive en ese infierno diario y sin posible curación. Las leyes deben estar bien claras para que no haya malas interpretaciones.

Miguel Lozano (Correo electrónico)


Unamuno vive

He leído la entrevista al matrimonio Rabaté, expertos en Miguel de Unamuno, y me ha sorprendido que en la presentación del tema de la entrevista -donde se menciona la película de Alejandro Amenábar, la obra de teatro de José Luis Gómez, algún artículo y el libro de los entrevistados- no se mencione Unamuno apasionado, documental de 2013 de Felipe Hernández-Cava (colaborador frecuente de ABC) y Rafael Alcázar, emitido en varias ocasiones -la última, en el año 2017- en Televisión Española, que participó en la producción, y con una crítica excelente tanto en España como por los mejores  hispanistas europeos. Se da la circunstancia, además, de que uno de estos hispanistas, el holandés recientemente fallecido Luis van Gasteren -gran documentalista-, participó muy activamente en el documental y propició que Alcázar realizara un segundo trabajo titulado Unamuno vive en Ámsterdam, sobre la trayectoria europea de la obra de Unamuno y su memoria conservada en algunos círculos de hispanistas como Van Gasteren. El guion de Unamuno apasionado tiene un estudio documental muy importante y contrastado con los mejores especialistas y valdría la pena que lo visualizaran.

María Jesús Alcázar González (Correo electrónico)

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Recaudando

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Recaudando

EL BLOC DEL CARTERO

Es bien sabido que la presión fiscal se reparte entre nosotros de manera desigual. Las rentas medias y bajas soportan la parte del león, viendo como entre impuestos directos e indirectos y cotizaciones a la Seguridad Social se les llega a exigir un porcentaje superior al que han de allegar las rentas más altas, que disponen de una variada gama de recursos para reducir su contribución a las arcas públicas. Desde la convicción de que pagar impuestos es una obligación cívica, si no la primera de todas ellas, quizá convenga reflexionar sobre lo que refiere una de nuestras cartas: el encarnizamiento y la indefensión a que llega a someter la Agencia Tributaria a esos que teniendo menos contribuyen más. Quizá no estaría mal que se destinaran más esfuerzos a ponérselo menos fácil a quienes saben escurrir el bulto.

LA CARTA DE LA SEMANA

El bilingüismo

Desde hace ya más de una década hemos visto en Andalucía cómo prácticamente todos los centros de primaria y secundaria se han ido convirtiendo en bilingües. No dudo de la importancia de los idiomas, pero veo curiosidades que me hacen dudar del camino elegido. Un ejemplo: para graduarse en la universidad hace falta un nivel B1 de inglés. Se aceptan certificados de escuelas oficiales de idiomas, de Cambridge o del Instituto Goethe. Sin embargo, un certificado no aceptable es haber cursado primaria y secundaria en un centro bilingüe, además de haber aprobado el inglés en la prueba de acceso a la Universidad. Curioso. Otro detalle. En Andalucía, el nivel exigido a los profesores de materias bilingües es el B2. Me parece imposible que alguien enseñe bien en un idioma que no domina con fluidez. No puedo más que desconfiar de los intereses detrás de todo este movimiento político bilingüista.

Daniel Manzano Diosdado (Granada)

Por qué la he premiado… Por la saludable puesta en cuestión de lo que otros juzgan benéfico sin aplicarle el justo y necesario sentido crítico.


La vida sigue igual

El afán confiscatorio de los poderosos se perpetúa. Leo en XLSemanal como, en el siglo XIV, el rey Felipe IV orquestó una campaña de desprestigio de la Orden del Temple para expoliar sus bienes. Hoy, que nos creemos más libres, más iguales y que aceptamos y reconocemos tener unos derechos, seguimos padeciendo los apetitos confiscatorios del poder. Los antiguos recaudadores han evolucionado y se han organizado en entes con ingentes recursos para exigir el cumplimiento de cualquier requisito impositivo, en particular, a todos aquellos que, calificados como clase baja, media o profesionales sin bmás, se asemejan a los siervos, gremios y vasallos de entonces. A estos profesionales del impuesto les prima el afán recaudatorio, máxime cuando se les asignan objetivos y se los incentiva por ello. En tales circunstancias, interpretan las normas en favor de la recaudación, sin atender razón alguna en favor del administrado.

He tratado de cumplir escrupulosamente con la ley. Sin embargo, desde enero de 2015 permanezco sujeto a la arbitrariedad de la Agencia Tributaria, que no presta atención a mis hechos y razones, sintiéndome arrojado a un Tribunal del que no es ajena la Agencia, sin plazo ni esperanza de un trato y solución justa que solo me ha deparado disgustos, gastos y multas. Cualquier consultor fiscal me da la razón, pero la Agencia se limita a negarlo y a remitirme al abismo sideral y oscuro sine die del Tribunal Económico Administrativo. ¿En qué hemos avanzado? Tanto andar para llegar  al mismo sitio.

T. S. L. Madrid


A enfermeras y doctores

Durante la estancia de mi esposa en el Memorial Sloan Cancer Center NY, en su tratamiento de ‘quimio’, siempre fue atendida por la misma enfermera, y nunca tuvo mayor malestar. Cierto día, esa enfermera fue sustituida por otra y sus primeras palabras fueron: «¿Cómo llevas esta mierda de quimioterapia?». Por primera vez, un tentempié que había tomado a media mañana no aguantó en su cuerpo ni una hora y me vi obligado a parar el coche en el arcén.

“Médicos y enfermeras debieran vigilar más su lenguaje. El poder de la palabra es grande, en positivo y en negativo”

A la semana siguiente, la enfermera amiga estaba presente, y nunca más he tenido que parar en el arcén. Las bellas palabras de las enfermeras y los doctores tienen poder de sanación. Por esta razón, muchas veces al llegar a la consulta parece que el dolor remite. Debieran vigilar más el lenguaje. El poder de la palabra es grande, en positivo y en negativo.

Manuel Domínguez, Ribeira (La Coruña)


La razón de la banca

A raíz del artículo El expolio del ahorro, de José Manuel de Prada, publicado el 22 de julio. La intermediación financiera que realizan los bancos consiste en tomar los ahorros de familias y empresas y canalizarlos a aquellos que precisan financiación. Transformar plazos, tomando depósitos a corto plazo y prestando a medio y largo. La razón de ser de los bancos es financiar el crecimiento productivo y hacer posibles los deseos y las necesidades de las familias. Los préstamos de los bancos suponen en España más del 80 por ciento de la financiación de familias y de las pequeñas y medianas empresas. A nivel académico se habla de represión financiera cuando se da un escenario de tipos de interés oficiales bajos que no compensan la inflación. Los ahorradores salen perjudicados y también los bancos privados. La actual situación es de una curva de tipos de interés plana en niveles casi nulos. Un verdadero contradiós si consideramos, además, los tipos de interés negativos que se cargan a los bancos. Nuestras entidades no están repercutiendo estos tipos de interés negativos a los depósitos minoristas. Este es el escenario al que se enfrentan nuestros bancos en estos momentos y que hace muy difícil que ganen dinero con su negocio tradicional.

José Luis Martínez Campuzano, Portavoz de la Asociación Española de Banca


Otra reforma en el aire

Las espadas siguen en alto. La votación en el Parlamento Europeo de la reforma de los derechos de autor y la forma futura de entender Internet y sus contenidos no ha acabado.

En septiembre se volverá a votar en un intento de poner de acuerdo a las grandes plataformas digitales, a los autores, además de a los grandes grupos de comunicación. Un buen acuerdo es mejor que un pleito continuo sobre una cuestión clave.

Juan García (Cáceres)


Si en ese Land alemán…

La decisión del Tribunal Superior del Estado de Schleswig-Holstein de limitar la extradición de Puigdemont al delito de malversación, cerrando la posibilidad de ser juzgado en España por rebelión, tiene consecuencias jurídicas y políticas. Que el tribunal alemán analice el fondo de la cuestión es extralimitarse en sus funciones y socava los principios del sistema de la Euroorden, diseñada sobre la confianza para facilitar la cooperación judicial entre países de la UE. ¿Qué pasaría si en ese Land sus autoridades declarasen la independencia respecto de la República Federal, se fugaran y refugiaran en España, y un tribunal español declarase que esa actuación solo debía juzgarse por utilizar de forma inapropiada dinero público?

Xus D. Madrid (Correo electrónico)


Obsesiones identitarias

Estación de Cunit, en la costa de Tarragona. Llevo ya un rato esperando el tren y no pasa. Finalmente, Renfe explica los motivos de la incidencia, las estaciones afectadas y el tiempo que puede durar. Eso sí, exclusivamente en catalán. Ni una sola palabra en español o en inglés. Tengo que ejercer de traductor improvisado con varios turistas franceses e ingleses que hablan algo el español, pero desconocen por completo el catalán. Soy usuario habitual de cercanías de Renfe en Barcelona desde hace años y no creo equivocarme si digo que el 80 por ciento de sus usuarios somos castellano-hablantes. ¿Es normal que una empresa no use la lengua del 80 por ciento de sus clientes? Tras su traspaso al Gobierno catalán, parece que algunos anteponen sus obsesiones identitarias al sentido común y al servicio al ciudadano.

José Aparicio (Barcelona)


Testamento

A veces asisto a funerales. Son ese tipo de eventos a los que no estás obligado a ir, pero al final vas por compromiso. El grado de popularidad del o la difunta hace que la iglesia esté más o menos llena. Por suerte están los y las parroquianas habituales, que hacen de relleno en caso de que el o la difunta no suscite demasiado interés.

Lo de los y las parroquianas habituales es meritorio, no solo por aguantar el soporífero tono de la lectura de los evangelios por parte del párroco (que no se molesta en disimular lo aburrido que le resulta su trabajo), sino que además han de depositar dinero en el platillo. Yo en ese momento pongo mi euro, temiendo que si no lo hago me ocurra algo terrible, ante esa mirada inquisitoria. Después, a la salida de la iglesia, te reencuentras con gente que hace tiempo que no ves. Y empieza el baile de frases hechas: «no somos nadie. Se van los mejores; bueno, no siempre, aún estoy yo aquí. Yo asistiré primero al tuyo. ¿Hacemos unas birras?». Llegado el momento, no quiero iglesias, no quiero curas, no quiero tumbas. Que mi cuerpo sea útil. ¿Donado a la ciencia? No, que te acumulan en un cuarto oscuro y lleno de polvo, junto a otros cuerpos. ¿Donar órganos? Dudo que deje algo aprovechable. Útil, digo útil. Alimento para buitres, lobos o leones. Vale, bajaré el listón. Alimento para cuervos, ratas o gusanos. Completar el ciclo de la vida sin más ceremonias. Útil hasta el final. Moled mis huesos y haced pastillas de caldo de sopa. Que aproveche.

Marcos Moya García (Correo electrónico)


Socialismo no es libertad

Hace muchos años, el lema del PSOE durante una campaña electoral rezaba así: «Socialismo es libertad». Vaya por delante mi felicitación al Gobierno por ser fiel a las siglas de su partido y a su ideología socialista. Otro partido que ha gobernado, al menos con los anteriores dirigentes, apenas se ha atrevido a ser consecuente consigo mismo. Me refiero a poner por delante lo público, dejando como subsidiaria la iniciativa social, la que quiere poner en marcha la gente de la calle. Es lo que pretende la ministra de Educación, Isabel Celáa, con el pretexto de represtigiar la escuela pública. Por decreto se quitará de la Ley de Educación la mención a la «demanda social», a lo que pide la gente.

En su lugar se ofrecerán plazas en escuelas públicas que cuestan, sin embargo, más del doble a la Administración Pública que esa misma plaza en un colegio concertado. Conviene saberlo. Es el mundo al revés: papá Estado te cubre casi todos los gastos, pero debes hacer lo que te diga. Me parece mejor, más de acuerdo con la libertad, hacer lo que me parezca más oportuno y que, con el dinero de mis impuestos, el Estado me ayude, financiando, en parte, mi elección.

José María Ferreira (Correo electrónico)

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Remordimiento

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Remordimiento

EL BLOC DEL CARTERO

¿Sentimos los españoles un injustificado remordimiento por serlo? Es la pregunta que se hace –y se responde– un lector. Conocida es la propensión hispana a la autocrítica destructiva, rasgo de carácter que nos convierte en excelentes aliados de quienes desde fuera y desde dentro se han afanado en desacreditarnos con relatos que nos presentan a la peor luz. Véanse la leyenda negra de factura foránea –como si belgas, ingleses, holandeses o alemanes no guardaran miseria alguna en sus armarios– o el mito del despotismo castellano –pobre gente de Castilla, cuya vida consistió tanto en padecer y tan poco en disfrutar del poder– alimentado por los irredentistas del interior. No comprar esa mercancía averiada no equivale, ni obliga, a caer en el hueco patrioterismo de signo opuesto.

LA CARTA DE LA SEMANA

Lecturas cómplices

Cada domingo, mi abuela se encuentra el último XLSemanal doblado por donde lo interrumpió. Hace ya tiempo que empecé a cogerlo. Ella no tardó en darse cuenta y comenzó a llamar mi atención sobre diversos artículos. Un día decidí debatir con ella una de las cartas de la semana. Así, descubrí que no acostumbraba a leer esta sección. No recuerdo haber insistido para que lo hiciera, pero debió de apreciar su valor porque, desde entonces, no hay testimonio que pasemos por alto. Aunque ninguna de esas cartas nos pertenece, se convierten en nuestras al leerlas: la literatura no deja de construir puentes que nuestros pensamientos anhelan cruzar y que, por fortuna, nuestras voces ya recorren. Mi abuela es sorda, y nunca hemos tenido problema para entendernos. Soy muy afortunada por tenerla y por compartir su tiempo, así como, ahora, estas lecturas cómplices y cartas no tan ajenas. Es un placer leer a otros, una necesidad leernos a nosotros mismos y un privilegio leernos entre nosotros.

Nerea López Bosque (Soria)

Por qué la he premiado…Por desvelarnos el verdadero valor de este espacio construido desde la mirada de los lectores, la mirada de todos.


Casi pornográficas

Soy descendiente de italianos del sur, aquellos a los que la Liga Norte desprecia tanto como varios personajes conocidos de aquí a los ciudadanos de Andalucía e incluso más al norte. Como europeo, español y con orígenes en el sur italiano, me he sentido profundamente molesto por el reportaje sobre el señor (por decir de algún modo) Matteo Salvini, ministro del Interior y hombre fuerte del Gobierno italiano. No sostengo que se deba silenciar lo que el personaje piensa y profiere (porque sus opiniones y manifestaciones son eso, insultos proferidos), pero resulta molesto y fuera de lugar honrar a esa persona con fotos casi pornográficas (portada e interior). ¿Por qué Salvini obtiene el honor de esa portada? No creo que lo entienda mucha gente que aún no ha sido infestada por el virus del odio y del temor al diferente. Gracias por la atención.

Luis Mª Pagano Fdez (Santander)

La portada de la discordia

La portada de la discordia

Nuestra portada del número 1604 estuvo protagonizada por el ministro de Interior, Matteo Salvini. El reportaje titulado 'Matteo Salvini: el hombre que se ríe de Europa' informaba sobre las tácticas de…


Pretenciosos despistes

Resulta curioso el incesante riego de ‘pretenciosos despistes’ promovidos por ciertos sectores de la sociedad, que nos intentan alejar de la realidad de nuestro país y de la hermosa y complicada historia que lo forja. Hace unos días tuve el privilegio de visitar la ciudad de Bailén durante la conmemoración del 210.º aniversario de su batalla, hito crucial para el devenir de nuestra historia, en la que el ejército napoleónico sufrió la primera derrota a campo abierto. Lo que respiré en Bailén no era ni por asomo el humo sucio de ‘las dos Españas’, ni el ‘incesante deseo por borrar la historia’. Más bien respiré orgullo, patriotismo y responsabilidad con nuestra historia. Como españoles, orgullosos de serlo, es necesario recordar los trascendentales acontecimientos históricos y a sus protagonistas, reconociendo con orgullo su gran espíritu patriótico y su indudable contribución. Trascendamos estos ‘pretenciosos despistes’ que buscan ensuciar o limitar la historia de España. Podemos sentirnos orgullosos de nuestro legado histórico. A lo largo de nuestra historia, la lucha por el honor, la soberanía y la libertad de nuestra patria hizo que muchos ciudadanos sobrepusieran los intereses de España por encima de los propios. Esta es nuestra historia, este es nuestro orgullo.

Samuel Heredia Canovaca, Ponferrada (León)


Enfermedad incurable

Hace poco leí en vuestra revista el artículo Tengo una enfermedad incurable… en el que varias personas hablan de la enfermedad que padecen. Verdaderamente esperaba que una mujer con endometriosis fuera entrevistada. Una de cada diez mujeres en edad fértil padece en el mundo esta enfermedad incurable y sin tratamiento específico. De hecho, no se sabe cuál es su origen (solo hay teorías). Muchas mujeres no saben que la padecen porque a veces es asintomática y otras veces, al contrario, te va destruyendo por dentro y afectando a tu fertilidad. Yo me he enterado hace poco de que la padezco y de que tengo varios órganos de mi cuerpo afectados. Os animo, pues, a que hagáis un reportaje sobre la endometriosis y que chicas y mujeres cuenten su experiencia. Esto nos serviría tanto para las que sabemos que la padecemos como para las que tienen síntomas, pero no saben qué les pasa.

G. M. Correo electrónico

Tengo una enfermedad incurable... y te voy a contar cómo me siento

Tengo una enfermedad incurable... y te voy a contar cómo me siento

Fibromialgia, fibrosis quística, enfermedad de Crohn, esclerosis múltiple. Cinco personas con males incurables nos cuentan como se sienten. Por Carlos Manuel Sánchez / Fotografías: Jonás Bel y Carlos Carrión Marian…


Sanidad universal

El 27 de julio se ha aprobado en el Congreso el acceso universal al Sistema Nacional de Salud. Según la ministra Carmen Montón, «se garantiza que todas las personas sean atendidas en igualdad de condiciones en España», es decir, cualquier persona, sin necesidad de justificar su situación legal o lugar de residencia, tendrá acceso a los servicios de la sanidad española. Hasta ahora me parece admirable y loable el decreto aprobado. Sin embargo, todo se me viene abajo cuando la ministra concluye diciendo que «esta universalidad no supone un sobrecoste», y ¡se queda tan ancha! Solo hay dos modos de entenderlo. El primero es inmediato: si no hay un mayor presupuesto en recursos humanos y materiales ante la mayor afluencia de pacientes, la sobresaturación que hoy sufrimos en los centros de salud se va a agravar. El segundo es más evidente: nos está mintiendo y sí se piensa destinar más recursos para poder sobrellevar la situación. ¿Se puede responsabilizar al colectivo de profesionales sanitarios de unas leyes imposibles de ser llevadas a cabo? Por favor, señores políticos, pongan primero los medios y legislen después, de lo contrario solo nos llevarán al caos y a la crispación social.

Enrique Vela Carrascosa (Valencia)


El espíritu de la Moncloa

«Usted, señor Rajoy, ha vuelto a prohibir la publicación de la amnistía fiscal de los defraudadores que aprobaron en el 2012. Le digo una cosa: si no publica esa lista, lo haremos nosotros en cuanto lleguemos al Gobierno». ¿Quién dijo esto con tanta vehemencia en el Congreso de los Diputados hace solo un par de años? Pues ni más ni menos que Pedro Sánchez, el actual inquilino del palacio de la Moncloa. Resulta que el PSOE llega al poder y, como casi siempre, se les olvida llevar a la práctica lo que prometieron. La titular de Hacienda afirmó el otro día que «han estudiado la posibilidad de sacar a la luz la citada lista, pero ahora no hay capacidad jurídica para la citada publicación». ¡Qué mala suerte! Hace un par de años se podía y ahora no… Desde estas líneas propongo que los presidentes del Gobierno cambien de lugar de residencia porque se está demostrando que hay un espíritu en el palacio de la Moncloa que impide, por más que lo intentan, cumplir todas las promesas hechas cuando estaban en la oposición.

José Manuel Mingo Jiménez (Bilbao)


Héroes del machismo

Un tertuliano de la televisión afirma que han creado el grupo de fans del Prenda, uno de los componentes de La Manada. Otra periodista asegura que Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo, recibe en la prisión en la que se encuentra decenas de cartas de adolescentes expresándole su amor y pidiéndole tener con él un vis a vis. Y yo me pregunto: ¿qué hemos hecho mal para que nuestros jóvenes admiren y deseen a violadores y asesinos? ¿Cómo una chica, sabiendo lo que Carcaño hizo a Marta y lo que está haciendo sufrir a su familia, puede pedirle una cita sexual en la cárcel? ¿Cómo puede haber gente que admire y aplauda a un tipo como el Prenda o sus compañeros, en vez de despreciarlos por sus comportamientos con las mujeres? Cuando no somos capaces de ponernos en el lugar de las víctimas o de sus familiares y aplaudimos a los verdugos es que algo está fallando en nuestra sociedad. No sé si es por el mal uso de las redes sociales, por el comportamiento de ciertos medios de comunicación o porque realmente falla el modelo educativo actual, pero sí tengo claro que algo hay que cambiar para que asesinos como Carcaño o violadores como los de La Manada no sean vistos como héroes del machismo más abyecto.

Ataúlfo Sanz de la Torre, Canalejas de Peñafiel (Valladolid)

Cómo una chica, sabiendo lo que Carcaño hizo a Marta y lo que está haciendo sufrir a su familia, puede pedirle una cita sexual en la cárcel?


Bolsas de plástico

Veo con un cierto asombro la alegría que produce en una parte de la población el hecho de pagar las bolsas de plástico como medio disuasorio. ¿Alguien piensa que estas bolsas no estaban incluidas en los costes de las empresas? Ahora, las pagamos dos veces. Me molesta que me den lecciones de sostenibilidad cuando, por edad, he vivido las épocas en que todo se vendía a granel, leche, aceite, bebidas alcohólicas, hasta que el Estado obligó a que esto desapareciera, todo con envases no retornables, y las bebidas alcohólicas con tapón irrellenable, posiblemente porque de la otra manera no podían controlar el impuesto sobre alcoholes. Los enveses de los refrescos eran retornables y se reutilizaban.

También el Estado decidió que no era suficientemente higiénico y todo envase debía ser de un solo uso. Los supermercados de autoservicio vinieron a poner la guinda. Todo higiénicamente envasado con plástico la mayoría de las veces, generando una cantidad de residuos inasumible. Ahora, estos mismos Estados parece que se han dado cuenta de lo irresponsable de estas medidas y como en 1984, la novela de Orwell, el ‘Gran Hermano’ nos dice que todo es culpa del consumidor final y hay que reeducarlo. Quizá los que solamente han vivido la época de plástico asuman que son culpables, a los que hacíamos la compra diaria con cestos de mimbre, nos molesta esta culpabilidad. Por necesidad reutilizábamos todo, éramos ecológicos y sostenibles sin saberlo, hasta que nos obligaron a cambiar de hábitos.

Alfredo Benosa Majos, Sant Lluís (Menorca)

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Taxi

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Taxi

EL BLOC DEL CARTERO

Las movilizaciones de los taxistas contra la creciente competencia de las plataformas gestionadas –y rentabilizadas– por poderosas compañías multinacionales suscitan el comentario de nuestros lectores. Que la competencia es en principio buena para el consumidor, en tanto abarata el producto, es difícil de discutir. Que la competencia se realice desde la ventaja, degradando las condiciones de los que trabajan para procurarla y eludiendo la debida contribución al sostenimiento de los gastos públicos, es en cambio muy fácil de cuestionar, salvo que uno se guíe por la defensa ciega de intereses propios o ajenos. Que en la reivindicación de una causa legítima se recurra a la violencia y la coacción es un dato para su descrédito. En este tablero se juega la partida. Y los gobernantes, una vez más, de perfil.

CARTA DE LA SEMANA

Un verano más

Un verano más vuelvo a la ciudad y al barrio donde crecí. Mi barrio puede ser cualquiera de los que llaman ‘periférico’ o ‘marginal’. Se encuentra alejado del centro, lejos del escaparate que mostramos y necesitan los inversores y los turistas. Alejado de las tendencias, de las start-ups, de la revolución tecnológica, de la conexión global. Un buen lugar para esconder el abandono, el desempleo, la pobreza, el narcotráfico, las consecuencias de un modelo social cada vez más enfermo e incapaz de que todas las personas podamos desarrollar proyectos de vida dignos.

¿Por qué volver a un lugar así cada año? Vuelvo porque en él encontré un lugar real donde hombres y mujeres han compartido las tristezas, el dolor, las esperanzas. Han sostenido sus vidas durante más de tres décadas. En él conocí y experimenté las cosas que realmente importan: el compromiso, el respeto, el cuidado de los demás, la solidaridad. Si alguien utiliza la palabra ‘comunidad’, tan de moda, mi pensamiento no va a las redes sociales, sino a mi barrio.

Roberto Porras de Arriba (Gijón)

Por qué la he premiado… Por la recomendación de ese saludable turismo alternativo que es siempre el reencuentro con las raíces de uno mismo.


La incómoda solidaridad

En una reciente carta que el presidente de Médicos Sin Fronteras en España ha publicado en la Memoria de 2017 escribe una frase estremecedora: «… 2017 será recordado como el año de la criminalización de la solidaridad». Una afirmación que, dicha por alguien que representa a una ONG de las de mayor prestigio mundial en la ayuda a los más necesitados en los peores conflictos del planeta, cobra una especial relevancia. Esa criminalización de la solidaridad no solo se da en recónditas áreas del planeta, se percibe también en el corazón mismo de sociedades opulentas pero cada vez más desiguales e injustas.

La solidaridad comienza a ser cada vez más incómoda para el poder establecido, especialmente cuando se organiza, pues cuestiona de forma radical ese principio neoliberal del ‘sálvese quien pueda’ como paradigma social. La solidaridad, tanto con la inmigración como con los desahucios o la pobreza, representa en los hechos un empoderamiento de la mayoría de la sociedad contra esa minoría, cada vez más exigua, que continúa imponiendo su visión del mundo al resto.

Horacio Torvisco, Alcobendas (Madrid)


Manolo, el taxista

Hacía más de tres años que no veía a Manolo el taxista, me lo encontré el otro día por casualidad y casi no lo reconozco, ya peina bastantes más canas y los avatares de la vida han esculpido mucho su cara. Empezamos hablando de lo mismo que habla todo el mundo, del tiempo, de fútbol y de política. Pero enseguida entramos en detalles. Ya no tiene aquel coche híbrido japonés que gastaba y contaminaba tan poco, lo tuvo que cambiar porque ya tenía demasiados kilómetros.

Ahora se ha tenido que comprar lo más barato del mercado, un automóvil ranchera rumano, cuya casa madre es francesa y cuyo pequeño motor diésel se hace en España, cosas de la globalización. Le comenté si no era hora ya de pensar en jubilarse, pero me dijo que no podía porque su hija, el marido de esta y su pequeño nieto se tuvieron que ir a vivir con él y su mujer, ya que no podían permitirse pagarse un techo. Manolo, que siempre fue de derechas, ha sufrido una metamorfosis en la dirección contraria del dicho ese que reza: «El que no fue comunista a los 20 años es que no tiene corazón y el que no dejó de serlo antes de los 50 es que no tiene cabeza»; se ha convertido en un marxista radical a los sesenta y tantos. Una cosa es la libre competencia y la libertad de mercado, me dijo, y otra muy distinta la libertad de la zorra en el gallinero. Nos despedimos y nos miramos a los ojos antes de marcharnos, como si fuera la última vez que íbamos a coincidir.

J. J. J. Suárez González (Gijón)


Quién indulta a los hijos

El padre fue condenado en 2009, por malos tratos, a tres meses de prisión y una orden de alejamiento. La madre acaba de ser condenada, por dos delitos de sustracción de menores, a cinco años de cárcel en total y privación de la patria potestad por seis años. Se comenta que la madre pudo ser mal asesorada (aconsejar cometer un delito no es buen consejo).

El padre, de momento, no necesita indulto pues ya se extinguió aquella culpa. La madre parece que quizá logre el indulto cuando haya sentencia firme. Y los presuntos incompetentes asesores no precisarán indulto pues no obra causa pendiente contra ellos. En supuestos como este, siempre me pregunto lo mismo: ¿Quién va a indultar a los hijos y quién se preocupará de que su crecimiento y desarrollo se vean rodeados del pleno equilibrio emocional y el cariño que los menores requieren y merecen?

Antonio García García (León)


Con los taxistas

Me habéis dado servicio en medio centenar de países. Habéis sido tertulianos, consejeros, guías, protectores y, en algunos casos, incluso amigos. También pícaros de asfalto. Sufrí con los de Bilbao cada vez que me hablabais de las licencias, surrealistas en plazas como el aeropuerto, de las dos hipotecas que afrontaban los más jóvenes en su bautismo del oficio. Por eso y por muchas cosas más, estoy con vosotros.

Las mismas administraciones que imponen esas licencias desorbitadas si se comparan con otros países vecinos os quieren colar a otros que juegan con reglas diferentes. Eso sí, primos, me duele tanto o más ver imágenes violentas. No caigáis en eso. Sois masa suficiente para haceros ver incluso en silencio, poniendo precio al tiempo. Como un taxímetro.

Luis Bañeres (Bilbao)


Quitemos las concertinas

Cada vez que leo las noticias… me da la risa. A veces pienso que yo soy el raro, el que no tiene sentido común y el que pierde el norte. Insiste el señor Marlaska en retirar las concertinas, a pesar del brutal asalto llevado a cabo en Ceuta. Y pensar lo contrario… ahora resulta que es ser racista. Nuestro ministro también rechaza que se emplee material antidisturbios para frenar este tipo de asaltos masivos como el acaecido en días anteriores.

“Cuidado con la ‘ultratolerancia’.  España es solidaria, y debe serlo, pero mante- niendo la coherencia”

Con el lema «mantengamos la seguridad, pero con medios no cruentos», lo único que se consigue es humillar a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que solo piden medios y respaldo gubernamental para realizar su trabajo con dignidad y eficacia. ¿Por qué no recibimos a cada inmigrante con una recepción honorífica por parte de la Guardia Civil? ¿Por qué no preparamos un ‘vino español’ con tortilla de patatas y buenos pinchos y en este evento, ya de paso, preparamos la documentación para legalizar la situación de todos ellos? Cuidado con la permisividad y con la ‘ultra-tolerancia’, que solo favorecen los auges populistas y no buscan el bien común de la nación. España es un país solidario, y debemos serlo, pero manteniendo la responsabilidad y la coherencia.

Samuel Heredia Canovaca, Ponferrada (León)


El que sintió el sudor frío

Al hilo de un artículo de Pérez-Reverte en el que el académico defiende la actuación de un guardia civil frente a la parsimonia de la justicia que por poco le cuesta al miembro de la benemérita «la hacienda y la vida», he estado pensando que no son solo los jueces y magistrados los que en ocasiones menosprecian la labor diaria de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. No tenemos que pensar mucho para caer en la cuenta de la cantidad de sobrenombres despectivos con los que los conocemos: ‘madera’, ‘picoletos’, ‘guindillas’, ‘txakurra, ‘cipayo’, etc.

¿Qué hace esta gente para tener esta fama? Veamos. Están las 24 horas de los 365 días del año dando vueltas por todos lados, llegando siempre los primeros donde hay cualquier tipo de emergencia, desde atender al borracho que se cae y se rompe un brazo hasta frenar a un hombre que se ha atrincherado en su casa y amenaza con matar hasta al gato, pasando antes por mujer, hijos y cuñados. Previniendo o actuando ante hechos consumados, esta gente es la depuradora de nuestra sociedad, los que, en primera línea de fuego, hacen frente a aquellos que, por el motivo que sea, intentan destruir, menoscabar o aprovecharse de nuestro modelo de convivencia. Más tarde, a veces años más tarde, vendrán otros que detrás de libros, informes y peritos decidirán si el disparo fue conforme a derecho. Pero el que sintió el sudor frío recorriéndole la espalda, el corazón desbocado y el pulso a doscientos, ese fue el guardia.

Tomás García Jiménez, inspector jefe del C. N. P.


Reinventarse o alejarse

En estos días, en los que una vez más los taxistas piden sus derechos, algunos de ellos de una manera un tanto confusa, me paro a pensar en qué tiene de malo la libre competencia, por qué la temen tanto. El consumidor debe elegir el mejor servicio para él y, por supuesto, la competencia es buena para todos. Basta unos ejemplos para entenderlo.

¿Qué fue de muchas librerías de barrio cuando las grandes superficies empezaron a vender libros de texto y material escolar, por supuesto más barato? En la misma dirección con los libros de lectura con el famoso e-book o las tiendas de discos con el ya hermano Spotify. ¿Qué ha sido de muchos quioscos de prensa al aparecer Internet y estar toda la información al alcance de un clic? Se me hacen muy crueles muchos de los ejemplos, pero muchos han sabido reinventarse y luchar por su negocio y nunca quejarse ni, mucho menos, pensar que eso es malo para el consumidor, sino que es bueno para todos luchar desde nuestra posición e intentar entender que la vida es un continuo avance. El taxi debe saber vivir con esto; si no, el consumidor se verá defraudado.

Javier Del Pozo Rodríguez (Valladolid)

 

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Madrastra

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Madrastra

EL BLOC DEL CARTERO

Hace algún tiempo que empieza a ser urgente una redefinición del término, o el uso de un vocablo alternativo, para las muchas mujeres que cuidan de hijos que no son suyos igual (o mejor) que si fueran de su sangre. Pablo Neruda, a partir de su propia experiencia de ser criado por quien no le dio el ser, propuso una muy hermosa: mamadre. El hecho cierto es que ‘madrastra’ seguimos llamando a la mujer que ha de convivir con los hijos a los que otra dio a luz, que su connotación sigue siendo negativa y que el propio Neruda no cuidó de su hija (aunque esa sea otra historia). De madrastra tildan a España cada vez más cartas, en este caso por cuidar mejor a quienes no son sus hijos. Un juicio discutible, como todos, pero que se extiende. Alguien va a tener que andar muy fino, y finura no es lo que nos sobra.

LA CARTA DE LA SEMANA

¿A quién le importa?

No serás el titular de un periódico ni tendrás miles de ‘me gusta’ en una red social. Ningún telediario abrirá con tu noticia. No serás motivo de exclusivas ni de comisiones parlamentarias… Pero, para mí, tendrás siempre la primera plana. Ya iba notando que en las últimas primaveras tus hojas no tenían el verdor, la fortaleza y el lustre de antaño. Además, observaba cómo tu tronco se descortezaba, día a día, en el silencio de esos relatos de infancia sobre otros tiempos, ya mudos, los de mi abuelita María y los de los viejos del lugar. Y qué decir de tus ramas, esas que, poco a poco, se van secando en todas esas personas, las de toda la vida, que se van muriendo o se marchan a otro sitio. Pronto, de ti solo quedará quizá un amasijo de palos implorando al cielo. Ese árbol eres tú, mi pueblo, con tu lenta muerte, sin remedio, envuelta en la profecía de Julio Llamazares del «otoño infinito donde habitan los hombres y los árboles sin sangre y la lluvia amarilla del olvido». Pero ¿a quién le importa?

José Jerónimo Rodríguez Carrasco, Malpartida de La Serena (Badajoz)

Por qué la he premiado… Para que a alguien le importe. Porque a alguien le importa.


Carta abierta a España

España, eres mala madre, pero buena madrastra. Y te lo digo porque es un clamor popular: jóvenes y no tan jóvenes, empleados y desempleados, pudientes y no pudientes, todos me dicen lo mismo. Tus hijos, abandonados a la intemperie; los más favorecidos, viviendo de una limosna insultante que no les llega para vivir con una mínima decencia. A los espurios los recibes, como dice el evangelio de Lucas, en el hijo pródigo. Con guarderías, vivienda, cobertura económica y toda clase de facilidades.

Escucha, España, no seas sorda, esto es un sentir popular, es tanta tu generosidad como el olvido. Te lo dice un hijo de alma cansada, vieja, triste y dolorida. Y un consejo te doy, de buen hijo a madre deseada. De seguir así, dos caminos te quedan: o cambias o estarás sola, abandonada, vivirás en conflicto, ante el abandono de tus hijos y, cuando reclames ayuda, cuando la crisis sea tal, te responderemos que quien comió la carne que coma los huesos.

Manuel Domínguez (Correo electrónico)


Carrera de ‘influencers’

Esta nueva noticia de la carrera de influencers que va a financiar la Universidad Autónoma de Madrid me tiene muy indignada, y no porque se le vaya a dar un título universitario a gente que en mi opinión solo son una panda de jóvenes con muchos seguidores en redes sociales y un gran afán por mostrar su vida, sino por la atención que se le está dando a este movimiento. ¿Es que no se dan cuenta de lo que de verdad vale la pena potenciar? Realmente siento vergüenza de que en un país como el nuestro, en el que no se invierte ni un céntimo en investigación e innovación, esté poniendo dinero en esta broma. Pero supongo que es otra inconsciencia del mundo moderno.

Celia M. R. (Valencia)


Duermen en la calle

Es verano, época del año en la que muchos inmigrantes llegan a las costas españolas. Luego los meten en autobuses y los envían camino de Europa por el norte de España. Llegan a unos pasos de la frontera con Francia y, parón en seco, la gendarmería no permite el paso por la frontera y, si son vistos y detenidos, son reenviados ‘en caliente’ al otro lado de la muga. Esta muga no existente desde hace años. Pues bien, es verano, época caliente y así, ‘en caliente’, es como se los devuelve a través de esa muga invisible. ¿Y qué hacen? Acuden a algún refugio de la ciudad de Irún donde pueden trasnochar tres días, al final son devueltos a la calle y deben buscar sus medios, bajo puentes, bajo tejados o en la cercana muga para esperar el cansancio de la gendarmería que les permita correr, coger un tren o autobús para llegar a esa Europa deseada. Me sucedió hace unos días: dando una vuelta por las alturas de Hendaya, me encontré una pareja de hombres de color, sin mochilas ni bolsas y me preguntaron cómo llegar a San Juan de Luz. Les indiqué el sentido de la carretera. «No, no», ellos querían ir a través de caminos y laderas; les dije que tenían unos kilómetros por delante y se alejaron a paso rápido. Espero que hayan llegado a su destino y hayan encontrado un poco de calor humano, a pesar del calor atmosférico que en estas fechas padecemos.

Juan Carlos Audikana Hueda (Vitoria-Gasteiz)


El señor Roncone

Hace pocos días se cruzó en mi camino el señor Roncone, un calabrés indómito. Sus manos y su cara atestiguan ya el paso del tiempo y es que gastó su juventud luchando en las montañas como partisano. Es un hombre tradicional, le gusta la naturaleza, el buen comer y las mujeres. Ahora, su corazón lo tiene prisionero su nieto Brunetinno. Todo parece idílico. Pero su mayor miedo es que el cáncer que padece, al que cariñosamente llama Rusca, le gane la batalla antes de ver crecer a Brunetinno. Sin embargo, a pesar de que sabe que va a morir, no se resigna a no continuar viviendo como a él le gusta: sin privarse de nada, tomando lo que le apetece en cada momento y haciendo que cada uno de los días que le restan cuenten.

El destino del señor Roncone está ya escrito, yo no lo conozco: página tras página de La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro, voy conociendo y aprendiendo cómo se ha de vivir, porque muchas veces los libros dejan de ser un entretenimiento para transformarse en una enseñanza de vida. Cuántas vidas, cada una con su historia, que se encuentren en la misma situación que el señor Roncone no habrán podido ser escritas para convertirse en lo que podrían ser la mejor biblioteca, la mejor hemeroteca, el mejor espectáculo y la mejor enseñanza: el saber vivir, a pesar de que pinten bastos.

Carlos Marqués Calvo (Zaragoza)


De currículums y (de)formaciones

Dados los acontecimientos políticos de los últimos tiempos, percibo atónito la devaluación de ciertos cursos de formación académica que antaño gozaban de gran prestigio. No deja de resultar curioso el desprecio que, por causa de algunos, envuelve a la formación posgrado de otros. Conozco personalmente a demasiadas personas y grandes profesionales que, con intención de mejorar en sus puestos de trabajo o incluso de obtenerlos, invirtieron una enorme suma de tiempo, esfuerzo y dinero (obtenido con gran dificultad) para finalmente sufrir, al obtener sus títulos de máster, las chanzas de quienes con cinismo les preguntan: «¿Y en qué universidad te lo han regalado?».

“Percibo atónito la devaluación de cursos de formación académica que antaño gozaban de gran prestigio”

El hábito no hace al monje ni el diploma en sí otorga la formación: ¿tan difícil sería entonces pedir a una persona sobre la que sobrevuela la duda de la sospecha que explique brevemente el contenido de su trabajo en lugar de instarle a presentar papeles tal vez falsificados? ¿O es que nos preocupan más los documentos, títulos y currículums que la preparación y formación real de una persona para ejercer un trabajo o desempeñar un cargo concreto? Tal vez nos estemos centrando en lo secundario y olvidando lo importante al abordar esta cuestión.

Samuel García Moreno (Logroño)


Exigencia

«La propensión hispana a la autocrítica destructiva», que se señala en el bloc del cartero, como un rasgo de nuestro carácter, no nace por generación espontánea. He vivido con mi familia varios años en Francia y descubrimos que uno de los rasgos del alma francesa podría resumirse en el dicho: «Un buen francés es siempre un gran protestón», en el sentido de ser un «gran exigente».

Y descubrimos que esa exigencia era, sobre todo, con las autoridades políticas, desde el alcalde al presidente de la República. Pero, en cambio, su nación, su historia, sus literatos, sus hazañas, sus héroes… son cuidados y protegidos, sobre todo, de la autocrítica destructiva. Aprendamos humildemente, y en especial los políticos, de este magnífico rasgo de carácter de los franceses.

José Ramón Tostón de la Calle (Madrid)


Nepotismo ilustrado

El reciente ascenso de Pedro Sánchez al poder ha provocado que nuevamente vuelva a iniciarse el tan antiguo como nuestra democracia proceso de acomodamiento de las instituciones. En la antigüedad, cuando un bando tomaba un castillo, arrancaba las banderas del derrotado e izaba las propias. En nuestro país, a día de hoy ocurre algo parecido con una larguísima retahíla de cargos públicos en todo tipo de organismos, que rotan en cuanto cambia el ocupante del trono de la Moncloa. En las últimas semanas han aparecido más y más nombres vinculados con el señor Sánchez y su dedo índice. Desde la oposición, Sánchez criticó las ‘puertas giratorias’ y todo tipo de enchufismos. Podía prometer y prometía que con él y su «gobierno del cambio» eso se iba a terminar. No obstante, los hechos no refrendan sus promesas.

Tal vez considere, apoyado en su siempre favorable superioridad moral, que no se trata de nepotismo, o que todos los cargos nombrados tienen un excelso currículum. Fuentes de su órbita afirman que este sería el caso de su esposa, por ejemplo. Llámenlo pues ‘nepotismo ilustrado’ si lo desean, ya que el canónico solo lo ejercería la derecha, pero en la práctica es lo que lleva siendo toda la vida: un juego de tronos.

Borja González Seoane (La Coruña)

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Secundarios

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Secundarios

Hay un dicho que se burla de quien quiere ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro. Habrá que irle agregando un cuarto término, que es el de quienes quieren, sin haberlo sido, convertirse en las víctimas en los actos de recuerdo de los atentados terroristas, modalidad homicida que, aparte de llevarse por delante la vida de los alcanzados por ella, aspira a amedrentar y desbaratar la voluntad de la sociedad golpeada. Que quienes son secundarios en una ceremonia reclamen para sí el protagonismo, como recuerda uno de nuestros lectores, es siempre un empeño patético. Cuando además se usurpa el martirio sufrido por otro y se parcializa el dolor de todos, el acto se interna en los dominios de lo inmoral y otorga a los terroristas, del modo más estúpido, un inmerecido triunfo.

LA CARTA DE LA SEMANA

La paranoia del Pirineo

Como la estupidez no conoce límites, me temo que en un futuro distópico no muy lejano seremos testigos de anuncios publicitarios como este: «Viva situaciones límite, sea usted el protagonista, no se limite a verlo en YouTube. Por un módico precio, le ofrecemos la paranoia del Pirineo. Organizamos su extravío por los senderos del Collado de Aínsa en chanclas y sin provisiones durante dos días, con rescate a pie por los miembros del GREIM. O si lo prefiere, nuestro paquete ‘Turista élite’, con un enriscamiento real en una cueva de los Picos del Infierno durante cuatro días; garantizamos tormenta y rescate dramático en helicóptero. No se pierda este chute de adrenalina del que podrá presumir ante las amistades».
No lo descarten. Cuando hay dinero y posibilidad de negocio, todo es posible. La majadería se podría completar con publicidad de la agencia de viajes, o de unos grandes almacenes que patrocinen el engendro, en las camisetas de los guardias. Al tiempo.

Leonardo Martínez Expósito. Andorra (Teruel)

Por qué la he premiado… Por el humor negro, y absurdo, que cada vez conviene mejor a nuestra realidad.


 

No pudo ser

Una vez más, no pudo ser. Ni siquiera el Imagine de Lennon que sonó, entre otras melodías que acompañaron el acto de homenaje a las víctimas del 17-A, ha podido esquivar la ignominiosa politización. «Diréis que soy un soñador, pero no soy el único…», cantaba el músico asesinado. Tan ingenuo John, como muchos ciudadanos decentes que creían que todos remaban en la misma dirección y tuvieron que soportar escenas deprimentes. Ver cómo lo que debía ser un tributo a las víctimas de los atentados se iba convirtiendo en un reality show donde apenas se habló de los protagonistas y sí de lazos gualdos, banderas rojigualdas y «presos políticos». Actores secundarios buscando su minuto de despropósito. Gente sin importancia vomitando discursos estólidos envueltos en papel de falacia, cuando los únicos importantes son todas las víctimas, sus familias y el recuerdo y aliento que merecen. Enormes pancartas independentistas contra la presencia real y no pocas escenas de tensión y violencia ayudaron a deslucir un acto de todos. La aportación emponzoñada del ‘presidente consorte’ de la Generalitat, Quim Torra, ha culminado la politización de la jornada al mezclar el procés con la memoria a las dieciséis víctimas de los atentados. ¡Dejad en paz a los muertos…!

Alberto Fdez. Araújo. Barakaldo (Vizcaya)

¿Involución?

Inmersos en la era digital. La cuarta revolución. Nunca se vivieron tiempos tan avanzados. Cada persona con un teléfono móvil en la mano. Ventanas en décimas de segundo a cualquier rincón de la información ilimitada. Cultura al alcance de todos. Con voluntad y conexión a Internet, una iniciación en la disciplina más dispar puede convertir al individuo en especialista en la materia. Pero, ¿le hace esto un ser humano más inteligente que en el pasado? No habría lugar a la duda hasta ver que lo más buscado, lo viral, es apearse de un coche en marcha para que el conductor grabe cómo te echas un baile. Que supera con creces a su predecesora en tendencia, tirar una botella de plástico mediada hasta que se quede de pie. Cabe preguntar entonces: ¿realmente no estaremos involucionando?

Óscar Camiño. A Coruña


 

Acto deslucido por el 17-A

Desgraciadamente, Barcelona no ha estado a la altura en el primer aniversario del atentado del 17-A. El discurso de la periodista Gemma Nierga estaba hueco; más allá de unos sufridos mantras, carecía de mensaje y contenido y nadie se preocupó siquiera de recordar a los asesinados por sus nombres. A esto se le unió la imagen deslucida de muchas sillas vacías, fruto de un error de cálculo sobre el número de invitados. Y como guinda, es difícil entender que en un acto de esta importancia se desprecie la lengua mayoritaria hablada en Barcelona, el español, cuyo uso, además, hubiese facilitado la comprensión a la gente del resto de España que seguía el evento por televisión. Nierga podía haber usado ambas lenguas oficiales en una muestra de convivencia. No entiendo la cerrazón nacionalista, y menos en estos casos. En resumen, un acto deslucido, sin mensaje y con muestras de improvisación. Las víctimas merecían algo más.

José Ginés. Barcelona


 

Ordesa y el orgullo

Cada vez sé de más personas que, siendo españolas, se asombran de las bellezas paisajísticas de nuestro país, algo que indica cierta ignorancia. Yo también lo hago, también lo soy, aunque haya viajado mucho y visto esas maravillas que las revistas recomiendan conocer antes de dejar este mundo. Estas fechas pasadas se ha celebrado en mi comunidad, Aragón, el Centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo oscense. Quien nunca lo haya visto se asombrará de la hermosura que tenemos los españoles a un tiro de piedra de cualquier ciudad, con sus rutas de montaña, su flora y su fauna que parecen sacadas de un documental de La 2. Mi impresión es que deberíamos conjugar exterior e interior cuando viajamos, aunque solo sea para poder contrastar y, fundamentalmente, para sentir orgullo de seguir cuidando nuestra naturaleza.

Guillermo Pascual Barlés. Zaragoza


 

Agotando el crédito

Según alerta el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el pasado 1 de agosto la humanidad agotó los recursos que el planeta puede regenerar en un año. Esto implica que a 31 de diciembre habremos consumido 1,7 planetas como el nuestro. Un dato que es solo la media. Si todos los humanos vivieran como los españoles, se necesitarían 2,3 planetas y, si lo hiciéramos como en EE.UU., acabaríamos con 5 Tierras. Consumir así, además de insostenible, es irresponsable: dilapidamos los recursos de las generaciones futuras, nuestros hijos y nietos. Y lo alarmante es que cada año anticipamos este exceso de consumo. En 1970, a 31 de diciembre estábamos a la par. En 1999, a finales de septiembre. El consumismo desenfrenado e insostenible es egoísta. Debemos ser respetuosos con la naturaleza y no gastar más de lo que es capaz de darnos. Lo contrario es vivir a crédito a costa de expoliar el devenir de nuestros seres más queridos.

Miguel Fdez.–Palacios Gordon. Madrid


 

Cambio de época

Por si alguien aún no se ha percatado, les voy a descifrar qué es para el presidente Sánchez el cambio de época de su Gobierno. Utilizar dos vuelos de un avión del Ejército para asistir a un concierto de rock. Incrementar el gasto público con la creación de cuatro nuevos ministerios y un importante número de asesores. Colocar a dedazo y en tiempo récord a todos sus afines en los mejores puestos de las empresas y organismos públicos. Crear un nuevo puesto de trabajo a la medida exacta de su señora esposa. Lanzar por todo el orbe un irresponsable efecto llamada para los inmigrantes que aún no saben por dónde entrar en Europa y conseguir la sanidad universal. Darles alas a los independentistas, con la excusa del diálogo, para que sigan chuleando al Estado. Destituir al jefe de la UCO, verdadero artífice de la lucha contra el terrorismo y contra la corrupción. O sea, que según lo que dijo en rueda de prensa el pasado día 3, este es su nuevo modelo de ejemplaridad. Pero lo que no nos dijo es que solo él ha conseguido llegar a ser presidente de Gobierno sin ser votado por el pueblo. ¡Eso sí que es un cambio de época!

Pablo Domingo Vela Boullosa. Valencia


 

Subjuntivo

Reconquistemos el verbo. Esa capacidad de nombrar y ordenar las cosas. Nuestra capacidad de anclar la experiencia. Si sufre la gramática, sufre la humanidad. Pondremos las excusas que queramos: nuevas tecnologías, e-mails, el mundo ha cambiado… La lengua nos hace mejores porque permite gestionar mejor. Lo que no se nombra no existe. Por eso se nombra a Dios. De ahí la importancia del subjuntivo y su pluscuamperfecto. ¿Qué decir de las subordinadas causales? Si no las dominamos, perdemos la realidad, porque nada es causa de nosotros mismos. ¿Vocabulario? Si no se amplía, se deja de dominar el espacio y con él la llave de la libertad que hemos heredado. Es un deber cívico con la creación. El subjuntivo es un acto de resistencia contra la mediocridad de una sociedad narcotizada.

Miguel Perdigón. Correo electrónico


 

Menores en las costas andaluzas

Tras la llegada del buque de rescate Open Arms a las costas andaluzas, las críticas de la Junta de Andalucía hacia Pedro Sánchez y su gestión del problema de la inmigración se han endurecido. La cuestión principal recriminada por el equipo de Susana Díaz se centra en la presencia de menores no acompañados, cuyo porcentaje parece aumentar cada día que pasa y en la falta de toma de responsabilidades de las demás comunidades autónomas. Sin embargo, pese a la comprensión hacia el problema que sufre Andalucía, el Gobierno está metido ahora en el restablecimiento de un nuevo sistema, que, por los siete años de Gobierno del Partido Popular, aún no se había puesto al día. La pregunta que hoy se plantea es: ¿es correcto que Andalucía, por ser la comunidad autónoma con el mayor índice de llegadas de menores, se enfrente sola a dicha avalancha diaria? Extraña bastante que el nuevo Gobierno español, encabezado por un hombre del PSOE, todavía no haya puesto en marcha medidas que permitan la repartición de los menores entre las comunidades, sin dejar que Andalucía pague el pato ella sola por un problema que debería despertar la solidaridad de todos.

Agnese Dotto, Génova (Italia)

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EL BLOC DEL CARTERO

La mayoría de las grandes naciones, no sin dificultades, no sin vaivenes, ha dado con una enseña que, mejor o peor, representa a la gran mayoría de sus miembros, que sienten una emoción verdadera al verla ondear. Los españoles, en cambio, ya sea para la nación común o para las particulares, sabemos dar siempre con una bandera que resulte polémica y divisiva. O mejor, con varias. Las banderas en sí no tienen más importancia que la de los símbolos: lo que cuenta es lo simbolizado. Una lectora dice no sentir como suya la actual bandera rojigualda. Otros debaten acerca de si un dictador debe continuar o no en una tumba insigne, un símbolo más sobre el que impera la división. A unos irrita que se lo justifique; a otros, que se lo repudie. No es una cuestión menor. No es una página (bien) pasada.

LA CARTA DE LA SEMANA 

El cartón de los colegios

Solo queremos niños y niñas que respeten al prójimo, a la sociedad. Pero no vemos que, detrás, se ve el cartón de una educación cínica a la que no le importa nada. Durante 11 años no he estado casado con mi mujer, sino con una profesora que lo ha dado todo, y más, por sus alumnos las 24 horas de cada día. Le he recriminado incluso que contestara de madrugada mensajes de los padres; ir con ella por la calle era pararse cada 2 minutos para que sus alumnos la abrazaran. Hace unas semanas la despidieron por burofax. Así, sin más. Ni una llamada. ¿La razón? Estar de baja por un proceso de reproducción asistida. Ahora, cuando me cuenta que el colegio celebra con los niños el Día de los Derechos Humanos, el de la Educación, el Internacional de la Mujer, el Internacional de la Solidaridad, el Internacional de los Trabajadores o el Día Mundial de las Madres y los Padres, veo el cartón de muchos colegios. Quédense con sus beneficios económicos y su doble moral. Mi mujer se queda con los abrazos sinceros de sus exalumnos.

Carles Ricart Dols, La Canyada (Valencia)

La bandera

Cuando yo llegué, esta bandera ya se la habían apropiado los vencedores. Hacía mucho, sí, pero daba la sensación de que solo les pertenecía a ellos. Pasan los años, caen dictaduras, emergen democracias y crezco sintiendo que la bandera sigue siendo de ellos, ahora de los herederos de los vencedores y de otros muchos que se suben al carro ideológico. Sigo sin sentirla mía porque no comparto esos ‘ideales’. Han pasado más de 40 años y mi impresión sigue siendo la misma: sigo sin compartir. Creo que solamente la siento mía en los eventos deportivos, ahí sí la siento con orgullo, porque creo que es el único momento en el que no distingue ideologías.

Elisa Juste, Gandía (Valencia)

Humo

Han transcurrido casi 43 años desde el día que Franco dejó de respirar y, no obstante, Franco lleva copando todos los titulares de la semana en pleno año 2018. Otra vez. No seré yo el que se preocupe por el lugar que ocupen los despojos del dictador. No me importa lo más mínimo. No es asunto mío. Por mi edad, nunca lo ha sido. Lo que sí me preocupa y, ‘francamente’, me entristece, es la algarabía que ha producido el Gobierno alrededor de esta exhumación; que, a mi juicio, no es más que una colosal cortina de humo en la que ocultarse mientras esperan que otros temas deserten para no enfrentarlos. Tantos años después, tras muchos gobiernos y varias mayorías absolutas socialistas, Pedro Sánchez y sus socios salen a manifestar la extrema urgencia de trasladar los restos de Franco mediante un instrumento jurídico inadecuado y en un momento tan incoherente como la resaca de una moción de censura. ¿Esto es lo que pretendían censurar? ¿La urgencia social para con los españoles era esta? Abrirán la tumba de Franco y se toparán con lo que buscan: polvo. Polvo que mezclado con el aire les servirá para seguir haciendo humo y no atender los verdaderos compromisos.

Borja González Seoane, Costa da Morte (A Coruña)

El frente abierto

No es remover viejas heridas del pasado, sino mirarlas a la cara de una vez. Le pese a quien le pese, la realidad es que la Guerra Civil Española (sí, en mayúsculas) nunca acabó. Ahí sigue, con los frentes bien abiertos. Las barricadas pueden haber desaparecido, pero se sienten, se las ve en los telediarios, se las lee en los periódicos. Pero antes de seguir alimentando esa lucha, es importante no olvidar que, en lo que a contienda armada respecta, ganaron los malos. Ganó el fascismo. Ese que repudiamos en los libros de historia, en los bigotes chistosos, en los brazos en alto y en los colores que van del gris al pardo. Ese que hoy sigue llevando ramos de flores al mausoleo del dictador. Porque no, no es el Valle de los Caídos en tanto Franco esté ahí. Porque a Franco no lo ayudaron a caerse, como él sí ayudó. Es culto a su persona, que rodeado de sus víctimas, aún se ríe pensando: «Sí, gané yo». La exhumación urge porque no debería ser necesaria. Urge porque ya es tarde. Urge porque ese carácter tardío ha pasado ya al código genético del pueblo español. Urge porque demuestra que Franco sigue dictaminando el destino del pueblo español. Quitar a Franco del medio, pues, no es obviar la mirada a asuntos más urgentes, que los hay, sino darle la posibilidad, al menos simbólica, a España de ser mejor, de poder decir realmente: «Sí, son heridas del pasado».

Ilian Andreu, Zaragoza

Tercera Guerra Mundial

Las bajas entre la población civil son cuantiosas. Entre sollozos, contaba un camarada cómo cayó su hijo, que ya deambula como espectro asido al móvil. Uno más. En la Tercera Guerra Mundial ya no se lucha por ocupar territorio, sino tiempo. Se combate llenando la agenda de actividades, con el afán ilusorio de dejar el menor espacio posible a las pantallas, pero sibilinamente la legión del plasma se infiltra en los ratos muertos e inocula el veneno aislante, que pronto demandará hiperconectividad, información continua y entretenimiento virtual. Mimetizados, luchamos desde la resistencia, evitando significarnos. El silencio delata, así que, disimulando, escribo esta desesperada crónica desde una posición tomada al enemigo.

Santiago Aragón Guarné, Elche (Alicante)

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El bloc del cartero

La Comisión Europea, a partir de un sondeo on-line en el que dos terceras partes de los participantes eran alemanes, ha concluido que los ciudadanos estamos hasta las narices de tener que andar retrasando y adelantando el reloj cada seis meses. La muestra será discutiblemente representativa, pero el resultado es aplastante y parece que conducirá a una nueva unanimidad europea. Aprovechando la ocasión, los españoles inauguramos una nueva discordia, en torno a la necesidad de mantenernos en el huso horario actual -el de los alemanes, justamente- o adoptar otro, cuestión de la que emergen una vez más nuestras disonancias. Ante la disparidad de intereses entre los territorios más occidentales y los más orientales, la conflagración está servida. Nombrarán a unos expertos. Pobrecillos.

LA CARTA DE LA SEMANA

Sin mirar en el nido ajeno

Desde que nacemos somos juzgados. ¿Es el primero? ¿Queréis más? ¿No es muy chiquitita/o? ¿Come bien? ¿Y la guardería?… Y así que pasen 20 años, para que las cuestiones varíen: ¿qué va a estudiar? ¿Y las prácticas? ¿Tiene ya novia/o? Si pudiéramos preguntarle a ese bebé que aún no habla qué piensa de todo esto, quizá haría mutis en el foro y volvería al vientre materno, ajeno a estereotipos, prejuicios… Salirse de lo convencional asusta. Parece que los que nos rebelamos ante una sociedad que espera con ojo avizor para preguntar qué vas a hacer con tu vida o, peor, cómo vas a orientar la de tu hija/o somos unos inadaptados… O no. ¿Qué hay de quienes sencillamente vivimos sin mirar en el nido ajeno y nos resulta indiferente el cotilleo? Hijo mío, aún te quedan unos meses. No te asustes. Solo queremos que seas feliz, honrado y trabajador. Espero poder contarte un día la fábula del burro y ayudarte a capear en esta vida. Y, cuando aprendas sanamente a exprimirla, podremos dormir tranquilos. Nos vemos pronto, mi vida.

María Elena Estévez Carmona (Sevilla)


 

¿El inicio de una etapa?

Parece que a la mayoría de los españoles nos ha pasado desapercibida la encuesta no vinculante realizada por la Comisión Europea para conocer la opinión de la ciudadanía europea respecto al cambio horario. Por lo visto, el despiste fue como una virulenta epidemia comunitaria, ya que el porcentaje de europeos participantes en la consulta on-line no llegó al 0,9 por ciento (4,6 millones de personas de 450 millones, siendo las dos terceras partes del voto de la misma nacionalidad), algo extraño al ser el cambio de hora una cuestión que afecta a los países de la Unión Europea y que genera el rechazo entre millones de ciudadanos.

Es obvio que la campaña informativa ha sido un fracaso. Cabe preguntarse si estamos ante el inicio de una etapa donde las consultas sobre iniciativas con alta trascendencia en nuestra vida dejarán de pertenecer al reino de lo excepcional para incorporarse al de la normalidad democrática.

Alejandro Prieto Orviz, Gijón (Asturias)


 

¿Qué estamos haciendo mal?

En la medida de lo posible, y no es fácil, hay que aportar serenidad y, pienso, los medios deberían hacer autocrítica. Estamos ante una primera sentencia que no es firme. El sistema judicial tiene garantías y, aunque se equivoque, siempre será mejor que un linchamiento público. Hablamos mucho de derecho penal, pero este no lo es todo. Habrá que empezar a reflexionar sobre qué tipo de educación sexual tienen nuestros jóvenes. ¿Por qué se suceden los casos en los que una mujer es convertida en objeto de presa? No podemos seguir mirando para otro lado cuando sexo y violencia, demasiadas veces, van juntos. Donde debiera estar la belleza del don libre y amoroso de una persona nos encontramos con la más fea y machista violación de la dignidad humana. ¿Qué estamos haciendo mal?

Jesús Domingo Martínez (Gerona)


 

Huso horario

Si teníamos pocas cosas importantes para debatir, ahora nos toca hacerlo sobre el huso horario. En principio el asunto es una simple convención para compaginar nuestro modo de vivir con los ritmos de la naturaleza, una pretensión de domesticar el tiempo para que se acomode a nuestra métrica. Pero en realidad el cambio de hora es un asunto social, económico y político y hasta un sello identitario. Hubo intentos en algunas autonomías, como Galicia, en la que quisieron unirse al huso de Portugal, más por singularizarse, creo, que por ver la última luz del día a las once de la noche. En China rige la hora oficial de Pekín: todo ese descomunal territorio palpita al ritmo de la capital, lo que introduce una extravagancia cultural en virtud de la cual las tres de la tarde es un concepto de luz variable en función del lugar del país en el que vivas. La tentación de controlar el huso horario demuestra que este empeño de la UE para suprimir las congas del reloj -delante, detrás, un, dos, tres- no va a ser tan fácil de ejecutar. Todo el sistema horario actual, desarrollado a partir del meridiano de Greenwich, es una expresión de la dominación política de Occidente sobre el mundo, una convención que se impuso a finales del siglo XIX cuando el ferrocarril empezó a extenderse y a exigir un acuerdo sobre las manecillas. Aquí, Sánchez creará una comisión de expertos baratita para estudiarlo.

Genaro Novo (Sevilla)


 

El acoso

He conocido el acoso, lo padecí como drogadicto, luego en prisión y luego en mi último trabajo hasta que me hice jefe. Todos los cagones, si les echas cara (si están solos ya no valen para nada), se desinflan. Me preocupa mucho el abuso, a niños o a adultos, pero más el infantil. En libertad no permitáis nunca que los cobardes (suelen venir siempre en banda) os hagan la vida imposible. Los niños, que se lo digan a sus padres, hermanos, profesores y tutores. Los mayores no tenéis que soportar que los cobardes os traten mal. Hay formas de pararlos más en sociedad. Está la justicia y, a nivel laboral, también hay lugares adonde poder ir. Es siempre la misma canción. los cagoncetes quieren estar por encima de personas valientes, y los valientes les tienen que dejar su lugar. No. A por ellos y ellas, que son pocos y cobardes. Se trata solo de valor y coraje.

J.V.G. BurgoS


 

¿Por qué?

«Mamá, papá, me voy a Europa». ¿Por qué? Seguramente muchos. ¿Por qué no? Basta con uno. Tengo los contactos y algo de dinero. Salgo mañana. Hijo, no hagas nada que no harías aquí delante de tus padres. Intentaré llamaros. Camión. Mucha gente. Nigeria. Semanas. Algunos problemas. Níger. Me escondo. Me escapo. He tenido suerte. Desierto. Todo lo que lleves. O te mato. No tengo nada. ¿Y la chica? ¿Por dónde es? Tengo sed. Hay que seguir. No puedo dejarte aquí. No puedo llevarte conmigo. Adiós, amigo. Una luz. Agua. Gracias a Dios. Busco trabajo. Meses. Algo de dinero. Seguir. Marruecos. Tánger. Redada. Autobús. Desierto. Volver a empezar. Fuerza. Suerte. Dios. Marruecos de nuevo. Bosque. Hermanos. Perros, palos. Heridas. Escapo. Hoy. Valla. Seis metros. Valla. Cuchillas. Sangre. No me paran. Ceuta. Boza free (Victoria). Hospital. ¿Y ahora? Fuerza. Templanza. Invisible. Imposible. ¿Volver a empezar? Seguir. Suerte. Personas. Gracias. Templanza. Fuerza. «Mamá, papá, me voy a Canadá». ¿Por qué no? Visado de estudiante. Qué rollo. Ya lo tengo. Y los vuelos. Qué caros. Tengo los contactos y algo de dinero. Buscaré algún trabajillo para empezar. Salgo mañana. Hijo, no hagas nada que no harías aquí delante de tus padres. Os llamo cuando llegue…

Rubén Pérez Tellería (Pamplona)


 

Pesadillas de un seductor

Woody Allen es un cineasta excepcional, capaz de profundizar en las penumbras del ser humano y hacernos reír con sus miserias. Lleva dirigiendo una película al año desde 1981 con la facilidad de un niño que juega a tirar cosas contra la pared por si alguna de ellas se queda pegada. Sin embargo, con el tiempo, su humor se ha ido evaporando y su pesimismo vital ha ido impregnando sus historias hasta el punto de que últimamente uno siente cómo envejece cada segundo que pasa ante la pantalla de cine.

“Woody Allen ya no encuentra financiación. Este año no filmará y uno se queda con un amargo sentimiento de orfandad”

Ahora, unas acusaciones de abusos sexuales contra su hija adoptiva realizadas hace 26 años por su expareja Mia Farrow han cobrado inusitada fuerza al cobijo del movimiento #MeToo, y Allen ya no encuentra financiación. Este año no habrá película suya y uno se queda con un amargo sentimiento de orfandad y una sonrisa helada al verlo terminar tan perdido como el neurótico protagonista de muchas de sus películas.

Tomás Fernández Bayort, Umbrete (Sevilla)


 

Mi tribu

«Un hombre sin cicatrices no es un hombre», aseveraba orgullosa una mujer de una tribu africana. Dicho hombre, para asegurar el sustento y seguridad de su prole, no dudaba en batirse a muerte para defender el ganado y la supervivencia de su familia. Los cardenales y cicatrices labrados en su piel de ébano eran mostrados con orgullo y honor. Hoy, en la sociedad ‘civilizada’, esto es un mero atavismo del pasado. El vil metal ha cambiado perspectivas naturales por otras materiales. El alto ejecutivo que maneja cantidades ingentes de dinero desde su ordenador, y tiene ricas propiedades con muchas escaleras, estaría en la cúspide de la sociedad, siendo el más valorado. Poco importa si sus músculos se han debilitado por la inactividad, o su estómago ha ido in crescendo por los copiosos manjares ingeridos. Menos valorado es el obrero que madruga y va con el cuchillo entre los dientes, dispuesto a ser el más productivo, continuando con su vía crucis, día a día, con un síndrome de Estocolmo a cuestas, no consciente de su propio cautiverio. Y tanto unos como otros nos volvemos locos, en busca del Dorado. A veces, lo confieso, me acuerdo del hombre de la tribu, y lo reconozco. me gustaría ser él.

Vicente Cervera Sánchez (Valencia)


 

Para mayores

Cuando veo el bullicio que se forma en los centros de mayores y culturales a principios de curso para matricularse, recuerdo que hace solo unos pocos años los mayores apenas tenían oportunidad de ocupar su tiempo libre en actividades personales o relacionarse con gente de su edad. Es un gran logro de la sociedad conseguir que la gente se ilusione y comparta su tiempo creando un compañerismo de adultos que da a la vida ilusión y satisfacción. Los mayores ya no están aparcados en su cuarto dormitando o viendo la tele, a menos que así lo deseen. Pero si lo quieren, hay cantidad de materias para satisfacer, incluso lo que soñaron desde jóvenes y no pudieron cumplir y ahora tienen al alcance de un pequeño esfuerzo.

Josefina López Sánchez (Madrid)

 

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Reciclaje

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Reciclaje

El bloc del cartero

Nos invita un lector a practicar con más celo el ejercicio cívico del reciclaje de residuos -que algunos entre nosotros tienen bastante descuidado- y, ya que nos ponemos, a que extendamos esta sana práctica al ámbito de otros residuos, los morales, de los que a la vista está que no hacemos la mejor gestión posible. Se refiere en particular al inveterado afán hispano de jorobar al prójimo o darle en la cresta con lo que cada cual tiene más a mano -ya sea una idea, un agravio, una patria irrenunciable o la mezcla turbia de todas esas cosas-. No le falta razón a su petición ni tampoco a su pronóstico de que mucho mejor nos luciría si acertáramos a reciclar las cáscaras de odio y los envases de discordia, para reemplazarlos por el empeño compartido en hacer mejor lo de todos. ¿Tanto nos cuesta?

LA CARTA DE LA SEMANA

Soñando con barrotes

Un día se terminaron la agenda repleta de compromisos y mis responsabilidades laborales. Me volqué en mi familia y amigos, en aficiones pospuestas. Voy perdiendo facultades, no por dejadez, sino por ley de vida. No oigo bien. Y aunque intento hacer ejercicio, voy perdiendo también resistencia. Toda mi vida he tomado decisiones, en el trabajo y en política, cuando me dediqué a ello. También en la familia. Muchos me han pedido consejo. Hoy, menos. La vida avanza rápida y siento que es la hora de las pérdidas. Llevo un mes ingresada en un modernísimo hospital y me siento muy atendida. Pero un detalle me mata: no hay manillas en las ventanas. Mi yerno dice que es la tendencia, que la ventilación es inteligente y no hace falta abrir ventanas. Voy a enloquecer con este encierro. Llevo días soñando con unos barrotes carcelarios por los que pasa el aire. Hoy lo he comentado con Itziar, la enfermera tan maja. Me ha escuchado y ha conseguido una manilla, ‘la’ manilla y ha abierto la ventana como una concesión especial.

Susana Aragón Fernández (Correo electrónico)

Por qué la he premiado… Por cómo ayuda, desde su atalaya, a valorar lo que somos y tenemos, lo que seremos y tendremos.


La guerra terminó

Desconozco las motivaciones -más allá de las penurias de la época- de Germán Visús y José Mir para defender, respectivamente, al Ejército Nacional y al Ejército Popular de la República en la batalla del Ebro, hace 80 años. Ambos han protagonizado un vídeo en el que son capaces de mantener una conversación distendida sobre lo que les ha deparado la vida. Y esas imágenes -según el presidente del Gobierno- pretenden utilizarse en la conmemoración del 40.º aniversario de la Constitución. Ante lo que algunos representantes políticos y colectivos no han tardado en escandalizarse. Pero ni Germán representa al general Franco y los rebeldes, ni José hace lo propio con Azaña y los suyos. Como tampoco su actual buena sintonía se debe únicamente a la posibilidad de votar la Carta Magna en su momento. Lo que seguramente más ha contribuido a su actual relación es que lo que los condujo a uno u otro bando hace muchos años que terminó. Su amena conversación, no obstante, ha pretendido ser interrumpida por quienes siguen viendo en ellos a los vencedores y a los vencidos, y por quienes sin haber sidoÿ testigos de lo que ellos fueron en el pasado pretenden -probablemente en una cerrada defensa de sus ocupaciones actuales- seguir viendo heridas abiertas donde Germán y José solo ven dolorosas cicatrices.

Luis Alberto Rodríguez Arroyo, Santo Tomás de las Ollas (León)


Reciclar España y a los españoles

Siempre me ha llamado la atención la gran dificultad que tenemos en este país a la hora de reciclar la basura y, mire usted, lo fácil que en verdad resulta.

Porque hay contenedores muy claritos y para todo tipo de residuos. Pues nada, a tirar todo sin discriminar una basura de otra. Supongo que la explicación es que carecemos de una cultura ecológica y que a una gran mayoría le importa más bien poco el futuro de las nuevas generaciones. Pero el problema mayor no es ese, desgraciadamente. También hay una basura tóxica sin eliminar ni reciclar, que es esa dichosa manía de hacernos los unos a los otros la puñeta a la primera ocasión que se nos presente. Y no hablo solamente de la política, qué va. Me refiero a la sociedad en general. Desde el Siglo de Oro de las letras, que dio lugar a grandes autores, pero fue el comienzo de una progresiva decadencia, en lo social y en lo ético. Ortega lo recogió de manera única y magistral en España invertebrada, ensayo de obligada lectura. Pues eso, reciclemos, y bien a fondo, el tejido epidémico de esta nación. Para el bien de la sociedad, limpiando las toxinas y favoreciendo las endorfinas, hormonas de la felicidad de los pueblos.

Julio J. Elías Baturones (Sevilla)


Vivir sin ilusión

Todos los días, suelo ver en mi calle a un chico joven con un carrito azul de propaganda, repartiéndola por la zona que  tiene asignada. Brevemente, nos saludamos y me explica su situación, que es como la de muchos: soltero, con un trabajo malo, con un sueldo peor, sin pareja, sin hijos y sin casa. ¿A qué va a acceder con unos 700 euros al mes? A aguantarse y conformarse. La solución de Renta General de Inserción no hay manera de que funcione bien, dicen que se la dan a los inmigrantes. No lo quiero creer. Me gustaría que alguien del Gobierno nos brindara más datos. Además, eso -aunque soluciona algo- no será viable en nuestro país para que sea como una renta vitalicia, eso está lejos. De esa manera, hay mucha gente como mi amigo Gari y aun peor. Él ya tiene treinta y pico años. Eso es vivir pobremente sin ilusión, más que vivir al día, sin poder ahorrar nada, y de momento poder ayudar a sus padres.

Pedro Gil  Pondal, Getxo (Vizcaya)

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Másteres

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Másteres

El bloc del cartero

Es posible, aunque no seguro, que la polémica en torno a ellos sirva para que muchos aprendan a escribir el plural en castellano de la palabreja, importada, como tantas cosas, del inglés. Los másteres de nuestros próceres, recaudados desde la ausencia y/o a cambio de finísimos trabajos encuadernados en canutillo, son más que una anécdota, aunque como dicen los lectores es muy penoso perder el tiempo hablando de ellos mientras suceden cosas más importantes. Muestran, en suma, la doble vara de medir de ciertos negociados universitarios -quizá nunca sepamos cuántos- para distinguir entre quienes son o pueden llegar a ser algo y quienes nada son. entre los miembros de la aristocracia partidista y el común. Ahora descubren lo feo que es. Ahora que se les exige la responsabilidad -y la decencia- que de por sí no tuvieron.

LA CARTA DE LA SEMANA

A los adioses

Llevo un año sin verte. Hay días que me sorprende que no estés y otros en los que no. Es difícil admitirlo, pero aunque todas las personas que se van dejan un vacío no siempre es oscuro. A veces es luminoso. Alumbra tu vida. Siempre habría creído que sería de esas personas que ante este obstáculo deciden llevarlo en silencio o explota en un sinfín de emociones. Estaba en lo cierto. A veces no quiero que nadie me vea ni me toque ni sienta que estoy y que padezco. Y otras quiero que el mundo entero me oiga, grite, llore conmigo. Pero a veces, simplemente, sonrío. Unas notas de una canción, una melodía en mi mente, una brisa, un olor. Está ahí, sigue aquí, conmigo. Y es ahí, caótico, impreciso, inexpresable, sin sentido, entre todo aquello que la razón manda tachar de locura, está. Por esto es por lo que hoy, un año después de decirte adiós, un año y tres días después de abrazarte, un año y una semana después de hacerte el último favor que me pediste, quiero decirle al mundo que sonrío. Y que lo hago por ti. Para ti. Gracias a ti.

Carla Navascués, Irún (Guipúzcoa)

Por qué la he premiado… Por la belleza y la humanidad de un duelo que puede inspirar y consolar a otros.


Vacaciones por un día, como toda una vida

Este año no coincidieron las vacaciones de mi esposa con las mías y ella decidió ir unos días a Irlanda a perfeccionar su inglés. Viajar le apasiona; a mí, menos. Pero estando de rodríguez hay tiempo para meditar, echar de menos, valorar lo pasado y lo presente, mirar al futuro y cuestionar si podemos sorprender, aunque nos creamos incapaces. En esto estaba cuando una luz me iluminó al imaginar presentarme en Dublín frente a ella, cual viajero y amante inesperado, el día anterior a su vuelta. Una locura, dado mi pánico a volar. Tras aterrizar, luego de un vuelo angustioso, todo se transformó en una vuelta a la ilusión del noviazgo, en un conversar tranquilo tomando unas pintas en los pubs con música en directo, en pasear con calma por las palpitantes calles de Dublín, en regalarnos experiencias y renovar anhelos… Veinticuatro horas que quedarán como recuerdo inolvidable de un día de vacaciones que vivimos como si de una vida entera se tratara.

Antonio García García (León)


Suicidios, tema vetado

Por fin leo artículos y oigo a expertos hablar sobre el suicidio. Al ser un asunto delicado, parecía vetado. Mi hermano se quitó la vida con 42 años. Era vital, fuerte de aspecto, le gustaba divertirse como a nadie y disfrutar de la vida, tanto que en su juventud, como muchos, perdió la cabeza con ciertas sustancias. Pero se rehabilitó con ayuda de expertos y nuestro aliento; estuvimos a su lado hasta que fue él de nuevo. Comenzó una nueva etapa, lejos de nosotros y de sus tentaciones. Tuvo pareja y una preciosa hija, de tres años cuando él murió. Tenía trabajo, precario, pero se ganaba la vida y una maldita  noche tomó la fatídica decisión. Desde entonces, el sentimiento de culpa siempre ha estado. Sus últimas llamadas eran diferentes quizá, pero decía que estaba cansado y le creíamos, y la sensación de que, si hubiéramos estado a su lado, solo un segundo, no hubiera sucedido. Una palabra de aliento, un beso, un «piénsalo». Fue tarde.

Isabel Franco (Barcelona)


Máster y doctorado en Liliput

En la novela Los viajes de Gulliver se habla de dos ciudades en guerra (Liliput y Blefuscu) por una disputa sobre… ¡cómo cascar los huevos duros! Ven el símil? Quizá deberíamos preguntarnos cómo nos juzgarán nuestros hijos con el legado que les dejamos. Nos rasgamos las vestiduras haciendo ‘microanálisis de titulitis’, pero callamos si hay personas ocupando puestos de responsabilidad para los que no tienen estudios ni capacidad. Se desplaza a ingenieros colocando a ‘filósofos’ como gestores de empresas nucleares (por la similitud entre Platón y el Plutonio) y, sobre todo, muchos parlamentarios que son maestros y profesores, han desertado de las aulas para gobernarnos como a niños. Algunos políticos han devaluado la obtención de un máster, que representa un gran esfuerzo para muchas familias, hasta índices inimaginables. Esto debe ser aclarado y perseguido, pero en el futuro se verá lo absurdo de una sociedad con políticos cortoplacistas que solo veían objetivos a tres o cuatro años, sin ponerse de acuerdo en lo fundamental ni razonar que lo importante no es por dónde se casca un huevo duro.

Fernando Blanco Gómez, Mairena del Aljarafe (Sevilla)


Mejor lidiar a un pillo

De jovencita juré que jamás repetiría ciertos dichos y costumbres de mi madre, y hoy me veo repitiéndolos y, aun más, defendiéndolos con energía. Lo que no recuerdo es a mi madre justificándose y sugiriéndome que ya caeré, como en ocasiones hago con mis hijos. Mi madre era lo suficientemente lista para no gastar su energía en balde. ¿Y por qué tengo la necesidad de escribir esto? Pues por culpa de Pérez-Reverte y su artículo del pasado 5 de septiembre. En él se hablaba sobre los daños colaterales a los que nos exponen los tontos. No podía estar más de acuerdo, y me recordó un dicho que me enseñó mi madre y que por desgracia repito: «Es mejor lidiar a un pillo que a un tonto». Quienes me conocen no se sorprenden al escucharme: «¡Si es que ya lo decía mi madre. es mejor lidiar…!».

María Isabel Macías Romero, Busturia (Vizcaya)

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Políticos

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Políticos

El bloc del cartero

Como dice uno de nuestros lectores, va a haber que pensárselo mucho antes de aceptar una responsabilidad política, que en España ya solo puede desarrollarse sin temor a seguro percance sobre la base de un pasado inmaculado, libre de deslices públicos o privados, algo que no está al alcance de ningún ser humano, salvo aquel que desprenda aroma de santidad, y ni aun este podría estar cien por cien tranquilo. Pero esta persecución implacable del traspié o la miseria oculta, no lo podemos ignorar, sucede a un tiempo en el que desde la política se ha relajado una y otra vez el estándar ético y profesional hasta límites inconcebibles. El desafío es construir una forma de hacer política que no espante a los mejores. Porque, mal que le pese a alguno, política ha de hacerse y políticos debe seguir habiendo.

LA CARTA DE LA SEMANA

Dejemos jugar a los niños

Como abuela, me preocupa el tiempo que pasan los niños ‘conectados’ a las pantallas con el pretexto de que juegan, aprenden o se distraen. Según un periódico, es cada vez más frecuente que los padres calmen o duerman a sus bebés con un móvil. El artículo advertía de que así los bebés corren el riesgo de transformarse en seres mudos y pasivos, incapaces de comunicar sus sentimientos o frustraciones en un futuro. Sin embargo, mis nietos, de seis y nueve años, acaban de pedirme unos pastilleros que han visto en un puesto callejero para colocar minas de lápices de color.

Con las minas practican con sus compañeros de colegio un sinfín de juegos: intercambios como cromos, tres en raya, damas, partidos de fútbol sobre un estadio dibujado en un folio… ¡Tan sencillo, ingenioso y barato! Por favor, ‘desconectemos’ sin miedo a los niños de pantallas varias. No admitamos que nos doren la píldora con explicaciones de desarrollo intercognitivo, futuras destrezas espaciales, supuestos juegos creativos o series pseudoeducativas.

Marie Christine Orsoni (Correo electrónico)

Por qué la he premiado… Por la gravedad de su advertencia, y la sencillez despam-panante del infantil ejemplo de ocio alternativo.


La primera piedra

Viendo los últimos acontecimientos, el que quiera dar el salto a la gran política se lo pensará dos veces. Y no lo hará por ética profesional; tampoco se lo exigirán sus respectivos partidos ni la Administración Pública. Sí estarán ojo avizor los medios, que se exprimen más y mejor para cazar a los tramposos que en algún momento no actuaron de forma correcta. Cada nuevo personaje que pase a primera línea será expuesto a la lupa de los más expertos buscadores de trapos sucios, que intentarán, sin escrúpulos, poner en tela de juicio la trayectoria vital de la persona en cuestión, buscando algún agujero negro en su pasado, «… aquel que esté libre de pecado que tire la primera piedra…» (Juan, 8:7).

Mario Durán (Asturias)


Analfabetos universitarios

Tenemos un presidente del Gobierno que, por lo visto, tiene una tesis doctoral cuando menos dudosa. Y un presidente de un partido al que le pasa lo mismo con un máster. ¿Qué esperamos de un presidente al que no han votado la mayoría de los españoles? ¿Qué esperamos de un presidente de un partido de la oposición sin vida laboral fuera del mismo? En la Seguridad Social ni lo conocen. Estas son las dos principales opciones de España. Hábleles a estos señores de esfuerzo personal… Hoy soy abogado en ejercicio. Digo ‘hoy’ porque estuve once años trabajando de taxista. Diez de ellos, de noche… Me saqué Derecho estudiando cuando podía. en época de exámenes estudiaba en las paradas, de madrugada, para el examen que tendría a las pocas horas. Deberíamos cribar a los políticos y quedarnos con los de verdad preparados. Que sepan qué es trabajar, tener un jefe, obligaciones, responsabilidades, hipoteca, familia. Es vergonzosa la cultura política de este país de analfabetos con títulos universitarios.

Marco A. Navarro Laguna (Zaragoza)


La clase política

¿Puede cargarse la clase política el prestigio de la Universidad? ¿Puede llegar a ser un peligro para el normal funcionamiento de la sociedad? Ya se cargaron las cajas de ahorro desde los consejos de administración tomando decisiones que no hubieran tomado si el dinero que administraban hubiese sido suyo. En esto, como en todo, habría que distinguir el grano de la paja, sí, pero existe la sensación de que hay políticos con inclinación a las prebendas y a hacer un mal uso de sus cargos. Habría que establecer controles que supervisaran las actitudes deshonestas de la clase política, más allá de que constituyesen o no un delito. Claro que si quienes supervisaran esos controles fuesen también políticos… Por supuesto la no-política, o sea, la dictadura, el ordeno y mando, es mucho peor, sobre todo para los que tienen que obedecer. En esto no hay discusión posible.

Joserra García de Echave (Vitoria-Gasteiz)


Fake Instagram

Hay algo que, creo, dará mucho que hablar. fake Instagram. Este nuevo fenómeno representa las dos caras de la moneda de un adolescente común, usuario de esa red social. Es muy frecuente entre adolescentes crearse otra cuenta en las redes sociales donde publicar tus cosas más privadas/íntimas a la que solo acceden personas cuidadosamente seleccionadas; es como la filosofía contraria de una red social. ¿Qué está pasando? ¿Están los adolescentes cansados de mantener relaciones múltiples superficiales con demasiada gente a la vez? Lo bueno: los usuarios empiezan a darse cuenta de que la intimidad en las redes cada vez es menos valorada, de ahí la necesidad de crearse estas cuentas más privadas. Y la parte mala: es una prueba del mal que hacen las redes en los jóvenes; puesto que, al haber dos cuentas, hay dos modos de mostrar tu personalidad, y, en mi opinión, cada modo es una identidad, una identidad en la que se ¿pacta con el engaño?

José-Otto Stein González (Pozuelo de Alarcón)

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Patriotismos

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Patriotismos

El bloc del cartero

En pleno siglo XXI, y pese a la globalización económica y de la información, nos las vemos con este antiguo concepto de la patria y sus derivados, el patriotismo y los patriotas. Reclaman un protagonismo que no nos queda otra que gestionar, a la vista de su acreditada capacidad de influencia en los acontecimientos. La necesidad que plantea uno de nuestros lectores de desarrollar un concepto de patria lo más saludable y fecundo posible, ya que tenemos que contar con su persistencia, es un empeño al que todos estamos convocados y sobre el que nadie puede pretender, a estas alturas de la historia y el pensamiento, ostentar la facultad de imponerle a otro sus ideas, visiones o espejismos. La patria esgrimida contra otro es, ha sido y será una calamidad. La patria que acoge y suma bien puede no serlo.

LA CARTA DE LA SEMANA

Una sabia reflexión

Engullidos por una sociedad demasiado rápida e incoherente, mi abuela es para mí una heroína. Hace unos días, viéndome preocupada por temas de trabajo y por mi futuro, me captó con su mirada bondadosa y me espetó: «Nena, esto no es eterno y hay que dejar sitio para los demás». Lo dijo así, de repente. Y con esa frase lapidaria logró sacudirme todas las ideas que me taladraban, caprichosas y sin piedad, el cerebro. Como dice mi querida abuela, esto no es eterno, por ello intentemos que nuestra vida sea lo más feliz posible. Disfrutemos de las pequeñas cosas, que son en definitiva las que nos producen más satisfacción. Mi actividad favorita desde hace años es observar las puestas de sol en el cielo infinito teñido de naranja.

Se me antoja lo más maravilloso del mundo: «¿Quieres un bombón?». Mi abuela se metió el trozo de chocolate en la boca saboreándolo, tranquila y ajena. Adoro ese halo de paz y sabiduría que desprende, sin saberlo

Judith Díaz Taibo (La Coruña)

Por qué la he premiado…Porque, decididamente, hay que escu-char más a las abuelas, mientras las tenemos


Patriotismo o nacionalismo

La peor de las pestes de la modernidad es el nacionalismo entendido como exclusión y superioridad de razas o culturas. El nazismo, por ejemplo. Pero también el resurgimiento de los nacionalismos internos, vestigios de la época feudal y de los señoríos caducos. Sin embargo, el patriotismo como tal es muy diferente.

Amar la patria, como hecho histórico de un pasado en común, una tradición, una cultura, es muy positivo. Lo comprendí en París. Una ciudad emblemática, crisol de Europa y cuna del europeísmo. La primera estrofa de La marsellesa lo resume. «Marchemos, hijos de la patria». Y no es rancio. Es el resultado de sumar sentimientos y no odios excluyentes. Es importante diferenciar los conceptos.

Julio José Elías Baturones (Sevilla)


Aspiraciones independentistas

Escribió hace poco Juan José Rosales Sánchez sobre la lucha por la libertad de los americanos contra los españoles. Revoluciones de la España de ultramar contra la peninsular, llamadas hasta entonces las dos Españas. Qué curioso. Lo de siempre. El filósofo caraqueño Simón Rodríguez señalaba el levantamiento como un hartazgo de los americanos ante la falta de visión política del último Rey de España y la ambición de los propietarios y expone una anécdota. una queja dada por desahogo en el seno de una familia debió de iniciar la Revolución francesa.

La queja movió conversaciones, sobre estas se escribieron cartas, de las que salieron pliegos sueltos, y de pliegos cosidos se compusieron los libros, que llevaron a América la idea de libertad. Las aspiraciones independentistas triunfaron en las excolonias españolas a la fuerza armada enviada por la Península, pese a los esfuerzos de las Cortes de Cádiz de buscar otra vía, política y negociada. Si se quiere preservar, como queremos muchos, la unidad de España de modo definitivo, estamos a tiempo de un estupendo acuerdo político. Porque es una idea errónea que basta con el poder militar para meter en cintura definitivamente a nadie.

Pedro Gil Pondal, Getxo (Vizcaya)


Una anciana llamada España

Una anciana, apartada en el camastro de algún hospital. Asediada por malignos tumores internos y gangrenas, luchando contra el cruel y traidor exterior, mientras es olvidada por los que más deberían amarla. Esa anciana se llama España, ha hecho un camino glorioso y arduo, guarda secretos y vergüenzas, pero, aunque tal vez esté herida de muerte, no se rinde y lucha con los mismos arrestos de sus mejores tiempos. En su corazón laten montañas, ríos y mares. En su boca cantan coplas, jotas, pasodobles y sardanas. En su piel se reflejan sus años de historia y, pese a sus heridas, conserva su belleza escondida. Respira tramontana, cierzo y levante. Y sus ojos vidriosos miran con escepticismo al futuro e incredulidad al presente. Aún quedamos algunos que miramos con orgullo a esta anciana, comprometidos a cuidarla y contribuir a que las páginas de su próxima historia no sean desvergüenza para sus nietos. Porque a la misma que tanto nos ha dado no se la debe relegar en el olvido, más aún cuando las circunstancias que buscan hacerla caer ponen en ello tanto empeño.

Carlos Marqués Calvo (Zaragoza)


No es un capricho

En respuesta a la carta de la semana de Susana Aragón, del n.º 1613, debo aclararle que el hecho de mantener cerradas las ventanas en los hospitales no busca encarcelar a nadie. Más bien impedir la transmisión de gérmenes por el aire.

El aire en los hospitales precisa de un control exhaustivo del servicio de mantenimiento (control de la climatización) y del servicio de medicina preventiva (control de la calidad microbiológica del aire). Una ventana abierta altera la correcta circulación del aire, su temperatura, el grado de humedad y permite la entrada de contaminación externa. No es, por tanto, un capricho. Un hospital no es un hotel. La enfermera que quiso hacer una concesión especial contravino las normas, pudiendo provocar un problema para usted y para los demás pacientes. En vez de ver ‘barrotes carcelarios’ empiece a ver una pantalla de protección.

Dr. Vicente Zanón Viguer (Valencia)

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Canastitas

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Canastitas

El bloc del cartero

No es en absoluto corriente que un deportista profesional, y más si lo es de éxito, tome cierta distancia respecto de la importancia que tiene su actividad. Habituados a ir con el aura de ídolos y referentes de millones de personas, no es difícil que se encaramen a un pedestal desde el que contemplan con magnanimidad -si no tienen un mal día y toca ración de displicencia- al resto de la humanidad. En ese contexto tienen un valor excepcional las palabras de Laia Palau, la capitana del equipo español de baloncesto, que, renunciando a jactarse del triunfo deportivo que en buena lid le corresponde, quiso minimizarlo -«yo solo meto canastitas»- y ponderar otras actividades menos visibles para la sociedad. Un ejemplo para todos, como nos apunta un lector, y no solo para los deportistas de élite.

LA CARTA DE LA SEMANA

Desafiar al destino

Mi compañera y yo salimos de la biblioteca del instituto; miramos la cancela oxidada. En la mente de ambas, las mismas imágenes: dos mesas pintarrajeadas, con cuatro sillas y un único ordenador de más de 15 años, libros viejos y usados… A esto se limita la ‘biblioteca’. Marchándonos, despedimos a un alumno senegalés que cada tarde va a ver si ya han empezado las clases de apoyo. Quiere ser profesor de francés, aprovechando que ya sabe el idioma. Su padre, orgulloso, cuenta que ya era el mejor de su clase en Senegal. Aquí también lo es. Ante las dificultades económicas se asentaron en la periferia, donde la vivienda es menos cara.

Así, sus hijos e hijas van a institutos en los que el absentismo y el abandono son frecuentes. Donde los profesores (muchos, jóvenes e inexpertos) van a enseñar esperando hallar un alumnado perezoso y conflictivo. Donde la sociedad ha tirado mentalmente la toalla. Sonrío al pensar en todas las personas que, voluntarias como nosotras, invierten su suerte en desafiar al destino de estos menores.

Nuria Molano Mérida (Sevilla)

Por qué la he premiado…Por traer noticias de primera mano de una de esas trincheras donde se juega, tan inadvertidamente, el futuro.


Amor en la sombra

Tenemos que vernos en secreto, a nuestra edad, porque pueden peligrar nuestras pensiones de viudedad. Esto me lo dijo, hace días, una persona amiga. Viudo con viuda, o viceversa. Soy jurista y, como amigo, me consultaron. Les dije que no tenían motivos para preocuparse, que mientras no se vuelvan a casar ni convivan en situación análoga al matrimonio, con la legislación vigente, sus pagas no tienen riesgo. Como si los viudos y viudas no tuvieran derecho a amarse sin penalización. Pues ya no estoy tan seguro.

En este país, cualquier barbaridad puede ocurrir. El sistema de pensiones no se sostiene por falta de financiación. A mis amigos, que se aman en secreto como adolescentes otoñales, les dije la verdad, pero no puedo garantizar un cambio del sistema a peor. Amar en la sombra, que no te vean, para que no digan, como si fuera un pecado. Es duro. No lo entiendo. Cotizaron tus maridos y esposas, con un derecho a la viudedad. ¿Es inmoral amar? Pues nada. El derrochar, la falta de visión y previsión, la estupidez nos llevan a esta situación de miles de personas que, tras sufrir la pérdida de sus parejas, no pueden rehacer sus vidas en público.

Un desatino. J. J. E. B. Sevilla


Meto canastitas

La frase es genial: «Meto canastitas, ¿pero qué aporto al mundo?». Tras la celebración del Mundial femenino de Baloncesto, un periódico realizaba una entrevista a Laia Palau y la jugadora de la selección española declaraba que su trabajo no consistía en construir carreteras ni curar a gente, sino solo en practicar un deporte. En estos tiempos en los que las competiciones deportivas son omnipresentes en los medios, se agradece que un atleta de élite se muestre tan humilde dándole la justa importancia a su trabajo. Creo que la humanidad podría vivir sin el deporte profesional (la vida sería más aburrida para muchos), pero no sin ingenieros ni médicos.

Alfonso Berazaluce Zuleta (Correo electrónico)


Algo más, algo menos

Hace ya 4 años que me vine a Madrid tras el trabajo que siempre había querido. En Galicia, la demanda de desarrolladores de aplicaciones móviles no es muy alta. Por eso, cuando por fin llegó una oferta de trabajo, no dudé ni un minuto en abandonar mi pequeña aldea. Estaba muy ilusionado. En aquel momento no me imaginaba que en realidad me estaba subiendo a una rueda de hámster gigante. Tardé en darme cuenta del alto nivel de competitividad que se respira en la ciudad; sin embargo, ahora siento que lo empapa todo. Todos quieren llegar arriba y da la sensación de que van por ahí como arrastrados por la misma corriente, a toda velocidad, y que no tienen tiempo ni para respirar. Arriesgándome a parecer un bicho raro, confieso que echo de menos los desayunos tranquilos, la siesta y sentarme en un sillón a leer una buena novela (placeres baratos y saludables que un aspirante a rico no se puede permitir). No me puedo quitar de la cabeza la idea de que la vida es algo más (y también, y sobre todo, algo menos). Esto me ha obligado a poner sobre una balanza mis prioridades (incluso aquellas que casi había olvidado y una vez creí importantes), y la verdad es que el éxito profesional pesa muy poquito.

José Ángel Maneiro (Madrid)


No engañen a los mayores de 55

Los noticiarios se han hecho eco de la rectificación que se plantea para acceder al subsidio a los 52 años. No se habla de la rectificación más importante que se debe efectuar, una premisa que indica que se debe pedir después de acabar la prestación sustitutiva u otra prestación. Pero qué pasa con los desempleados que perdimos nuestros trabajos con la crisis (2007, 2008, 2009…) y que teníamos 45, 46 o 47 años, pero no forma de encontrar trabajo. Hemos estado con algún subsidio de meses y ahora con 55 no podemos acogernos a este subsidio por ser parados de larga duración. Tengo 56 años, he trabajado 26 en el sector del mobiliario y ahora no tengo el subsidio por estar desde entonces sin cotizar. Si lo solicito, dicen: usted no tiene derecho y debe trabajar y cotizar un mínimo de noventa días para llevar a trámite el subsidio. ¿Dónde está ese trabajo mínimo de noventa días?

Amparo Salcedo Torán, La Eliana (Valencia)

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